“Algunos de los miembros del COA (Comité Olímpico de Australia) se mudaron a la villa esta mañana. Los equipos masculinos de hockey, tiro con arco, gimnasia y tiro se estarán mudando esta noche. Boxeo y piragüismo se mudan mañana”, dijo a la AFP Mike Tancred, director de comunicaciones del COA.
“Todavía hay algunos problemas de plomería en algunos cuartos. El siguiente desafío será limpiar”, añadió. “Estamos progresando, la villa es fantástica”, dijo. Los australianos encontraron el domingo su edificio “inhabitable”, con problemas de plomería, electricidad y gas, registrados en las habitaciones de otras delegaciones.
“Son 31 edificios, 3.600 apartamentos entregados al mismo tiempo. Pretender que todos funcionen sin necesidad de alguna reparación es imposible en cualquier lugar. En todas las Villas Olímpicas de otros Juegos ya pasó lo mismo”, dijo el presidente del comité organizador de Rio 2016, Carlos Nuzman, en Brasilia.
“Estamos en una fase preliminar, todos los que son conocedores de los Juegos Olímpicos saben que en esta fase de recta final de los preparativos hay sí algunos problemas que tienen que ser resueltos, como estos que se están resolviendo. Pero lo que va a contar de verdad es lo que tendremos durante el evento propiamente dicho”, dijo de su lado el jefe de gabinete del gobierno interino de Brasil, Eliseu Padilha.
Río 2016 aseguró que todas las fallas en los edificios estarán corregidas para el jueves. El martes, sólo la mitad estaba lista. La jefa de la delegación australiana, Kitty Chiller, había dicho que la mudanza se haría el miércoles. El alcalde Eduardo Paes “nos hará una visita mañana (miércoles) para entregarnos oficialmente las llaves de nuestro edificio y darnos la bienvenida”, señaló Tancred.
En medio de los muchos problemas con los edificios, Paes lanzó en tono de broma que les pondría un canguro frente al edificio para “hacerlos sentir más en casa”, un comentario que no le hizo nada de gracia a los australianos. “No necesitamos canguros, necesitamos fontaneros”, zanjó Tancred entonces.
Pero este martes un canguro, del tamaño de un voluntario parado al lado, estaba en la entrada. Realmente no lo necesitaban, porque ya venían en el equipaje. “No, teníamos el canguro y el emú (un ave típica) enfrente de nuestro edificio en Londres en 2012 y también los trajimos para acá (...) Son nuestros símbolos nacionales”, explicó el portavoz.