Los argentinos pagaron caros sus errores en los penales y conversiones, y ante la línea de try. “Nuestro problema fue no concretar esas ocasiones”, dijo el entrenador de los Pumas, Daniel Hourcade. “Creo que podíamos haber ganado el partido, por eso duele más. Australia no fue más que nosotros”.
El capitán, Agustín Creevy, coincidió en el análisis. “Estoy enojado, el partido podía haber sido nuestro, cometimos de nuevo errores (...) Pero tuvimos la pelota, fuimos protagonistas, y eso da más bronca” .
Nueva Zelanda (30 puntos) , que este sábado aplastó a Sudáfrica (57-15), se llevó el torneo, seguido de Australia (10 puntos) , los Boks (9) y Argentina (5) , con una única victoria. En apenas una década, el equipo argentino se ha convertido en nación puntera del rugby, como prueba su inclusión en el Rugby Championship, el “Cuatro Naciones” del hemisferio sur, o las semifinales del Mundial disputadas hacía sólo un año en este mismo escenario, Twickenham, y ante el mismo rival.
Los argentinos querían la revancha por aquella derrota, en un partido especial porque era la primera vez que un encuentro del Rugby Championship se disputaba en el hemisferio norte. “No fue como jugar de local, faltó el público argentino. Pero hay una motivación muy grande, la de jugar en este estadio”, dijo Hourcade.
Tres tiros errados en el primer tiempo
Argentina pudo adelantarse al minuto de partido, cuando Leonardo Senatore interceptó un despeje australiano y Santiago González Iglesias hizo el try, pero la jugada fue anulada por fuera de juego tras la revisión en video de la jugada. Australia anotó su primer try en el minuto 4, por mediación de Rory Arnold, en una jugada dudosa que exigió una revisión arbitral. En el minuto 16 Australia se quedó en inferioridad por una tarjeta amarilla a Michael Hooper, por un placaje alto a Jerónimo de la Fuente.
Los argentinos se apoderaron del balón y en el minuto 21 el segunda línea Matías Alemanno acortó distancias (10-5) con un try. Sin embargo, Santiago González Iglesias falló su segunda conversión de la noche. El apertura argentino no tuvo una buena noche, y erró otra penal antes del medio tiempo. Cinco minutos después, en cambio, Foley marcó su tercera penal y los australianos ampliaron su ventaja a 13-5.
Los australianos recibieron una segunda amarilla por otro placaje alto, en este caso de Adam Coleman al medioscrum Martín Landajo. Poco antes del descanso, Samu Kerevi realizó una buena jugada individual, sorteando a dos jugadores argentinos para anotar el try, y los australianos se pusieron 18-5 en el marcador. González Iglesias anotó finalmente la cuarta penalidad de que dispuso, y el partido se fue al medio tiempo con el resultado de 18-8.
Gresca por un empujón al fisio
Nada más empezar el segundo tiempo, en el 44’, Jerónimo De la Fuente se revolvió muy bien para deshacerse de un defensor y anotó el segundo ensayo argentino, que, con la conversión posterior de González Iglesias, dejó a los argentinos a tan sólo tres puntos de sus rivales, 18-15.
Pero un robo de balón de Dane Haylett y una carrera imparable de Sekope Kepu para anotar el try, volvió a alejar a los australianos (25-15) . Otra penalidad transformada por González Iglesias acortó distancias (25-18) , pero los argentinos desperdiciaron una ocasión de oro cuando al capitán y hooker Agustín Creevy se le escapó el balón muy cerca de la línea de try, en el minuto 62.
En el 69, González Iglesias anotó su cuarta penalidad del partido (25-21) , tras una gresca entre los jugadores porque el australiano Nick Phipps empujó y tiró al suelo al fisioterapeuta argentino por tocar un balón. Un penal transformado por Bernard Foley en el minuto 74 abrió una brecha demasiado grande (28-21) que se convirtió en inalcanzable con un try de Dean Mumm dos minutos después (33-21) .