Este partido se adelanta por el compromiso europeo que tienen los vascos en la Liga Europea, en la que se buscarán, en eliminatoria a doble partido contra el colíder de la Bundesliga alemana, el Melsungen, pasar a la Final a 4 de la segunda competición continental.
Antes tienen este duro compromiso ante el renacido Benidorm, que, con la llegada de Marko Krivocapic al banquillo, ha cambiado su dinámica y se presenta como un duro opositor para un conjunto vasco que ha recuperado al lateral Tito Díaz y que tendrá que hacer descartes para este encuentro, todo un lujo a estas alturas de la temporada.
El cuadro benidormense ya ha tomado como víctima en varias ocasiones en años precedentes a un Bidasoa que cayó en sus viajes de 2021 y 2022. Ese año, además, por doble partida (Copa del Rey y Liga Asobal).
Álex Mozas podrá comprobar en primera persona el talento de Nacho Valles, el central madrileño del Balonmano Benidorm al que incorporará a partir de verano, y suspirará por que el organizador del juego rival se muestre comedido para incrementar las opciones de victoria de los amarillos.
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La semana será larga para el Irudek Bidasoa-Irun ya que el sábado se juega contra Granollers muchas de sus opciones de repetir el subcampeonato de la pasada temporada, aunque para ello es condición necesaria ganar en la ciudad alicantina.