El corredor del Visma-Lease a Bike, segundo de la etapa después de haberse escapado en solitario en un intento de dar caza a Sheffield, triunfó en la general con 1 minuto y 15 segundos de ventaja sobre el alemán Florian Lipowitz, segundo, y con 1 minuto y 58 segundos de margen sobre el neerlandés Thymen Arensman, tercero.
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“Hace cuatro meses que estoy pensando en esta carrera. Ganar la París-Niza dos veces seguidas es una locura”, admitió el campeón. Jorgenson, californiano pero residente precisamente en Niza, se había puesto líder el jueves al término de la quinta etapa, en la que su compañero de equipo Jonas Vingegaard se cayó cuando encabezaba la general y terminó abandonando un día después por la contusión que había sufrido en la mano izquierda.

Además de por la caída de Vingegaard, esta París-Niza ha estado marcada por unas condiciones meteorológicas inusualmente adversas, que han provocado distintos percances en el pelotón.
Entre las decepciones de esta París-Niza están nombres que llegaban entre los favoritos, como el australiano Ben O’Connor o el austríaco Felix Gall.
El portugués Joao Almeida ganó una etapa, pero solo pudo ser sexto en la general final. El triunfador de la última etapa, Magnus Sheffield, se emocionó mucho tras su victoria. “Es increíble. He sido segundo muchas veces y por fin puedo ganar, esto significa mucho para mí”, dijo entre lágrimas. “El ciclismo es un deporte muy duro y ganar es muy difícil, no importa en qué carrera. El equipo siempre creyó en mí, hasta en los momentos más duros, y mi familia también”, añadió.