Deriba registró un tiempo oficial de 2 horas, 4 minutos y 13 segundos y superó así la marca establecida en 2024 por el suizo de origen eritreo Tadesse Abraham (2h.5:01).
En la categoría femenina, la keniana Sharon Chelimo superó la plusmarca de la prueba con un tiempo de oficial de 2 horas, 19 minutos y 33 segundos y bajó en once segundos el récord de la prueba que ostentaba la etíope Zeineba Yimer desde 2023 con 2 horas, 19 minutos y 44 segundos.
En una jornada marcada por el buen tiempo y la ausencia de viento y lluvia, el principal motivo de preocupación de los corredores, Deriba sorprendió con su cronómetro. El etíope cimentó su victoria con un cambio de ritmo a siete kilómetros de la llegada que dejó en la estocada a sus principales rivales y que, a su vez, le permitió cruzar la línea de meta en solitario.
En su primera participación en la prueba barcelonesa, Deriba pulverizó su mejor marca personal, que firmó en Hangzhou (China) en 2024 con un tiempo de 2 horas, 7 minutos y 52 segundos.
El podio lo completaron los kenianos Cornelius Kibet Kiplagat, con un tiempo de 2 horas, 4 minutos y 54 segundos, y Enock Onchan, que completó el recorrido en 2 horas, 5 minutos y 20 segundos.
Por su parte, Chelimo fue la más rápida en completar los 42,195 kilómetros en una carrera en la que la etíope Yebrgual Melate Arage le aguantó el ritmo hasta el último kilómetro, en el que un cambio de ritmo le permitió cruzar la meta en solitario. En el podio estuvo acompañada de la propia Yebrgual Melate (2h.20:47) y su compatriota Linet Masai (2h.21:01).
También destacó el tiempo de Mekdes Woldu, que terminó la prueba con un cronómetro de 2h.23:13 y estableció un nuevo récord de Francia de la distancia.
En cuanto a los atletas españoles, Hamid Ben Daoud fue el primero en cruzar la línea de meta con un tiempo oficial de 2 horas, 6 minutos y 49 segundos, mientras que en categoría femenina María Lázaro se impuso con un tiempo de 2 horas, 38 minutos y 37 segundos.
Más allá de los corredores de élite, la 46ª edición del Medio Maratón de Barcelona pasó a la historia como la más multitudinaria, con un récord de más de 27.000 inscritos, superando así los 20.382 dorsales del 2016.