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También queda la gran cantidad de medallas obtenidas en un evento de estas dimensiones en Paraguay, pese a las carencias de capacitación e infraestructura para lidiar con la igualdad día a día.
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En las gradas de las sedes deportivas el mensaje se extendió entre los padres, familiares, entrenadores, amigos y voluntarios que se llenaban de emoción con las conquistas de sus atletas y que dejaron en alto al país en cada competencia y en cada disciplina.
El Team Paraguay conquistó nada menos que 275 medallas que llenaron de orgullo al país como ya nos tienen acostumbrados, así como fue el año pasado en el mundial que se realizó en Berlín (Alemania), donde los nuestros ganaron 42 preseas.
Paraguay había ganado la postulación como organizador de los juegos en 2022. Las sedes donde compitieron los chicos fueron la Secretaría Nacional de Deportes (SND), el Comité Olímpico Paraguayo (COP) y el Centro Acuático Nacional (CAN), lugares con la tecnología y equipamiento de primer nivel para lo que fueron los 12 deportes, 13 modalidades y una de exhibición para los 1.000 atletas de 20 países que llegaron aquí. Se sumaron 2.200 voluntarios.
Andrea Cubas, compañera unificada en bochas, comparte su sentimiento: “Me sentí muy bien, con un poco de nervios al saber que competíamos de locales y teníamos que dejar una buena impresión frente a nuestra gente, pero cuando llegó el momento fue algo muy lindo lo que pasamos con los chicos. Espero que esto sea solo el principio de todo lo que Paraguay puede ofrecer en este tipo de eventos internacionales, tenemos todo lo que se necesita en infraestructura y calidez humana”.
Steven Jacquet, de atletismo, agrega: “Yo conocí nuevos compañeros y también compartimos con otros de los demás países. Fue una buena experiencia para todos, algo increíble”.
Para Karina Echeverría, madre de la talentosa Valery Vera, de gimnasia rítmica: “Fue nuestra primera experiencia, así que fue maravillosa. Desde el primer día, fue genial. La inauguración estuvo increíble, nos quedamos sin palabras de lo hermoso que estuvo, como familia lo disfrutamos al máximo y al verle a Valery llevar la antorcha y encender la Pira Olímpica sentimos tanto orgullo; las competencias y la clausura fueron únicas. También compartimos con familias de otros países, esos días fueron de fiesta, vivimos y disfrutamos al máximo. Nos visibiliza a nivel nacional e internacional, nos abre a más oportunidades, tanto a los atletas como a las familias”.
La mamá de Joel Vera, de taekwondo, Josefina Flor, expresa: “La experiencia fue muy linda, enriquecedora y dio gusto cómo las familias de otros países vinieron a alentar a sus atletas. Espero que se pueda tener más espacios para las personas con discapacidad, en el deporte, en el arte, que haya más oportunidades para ellos y que alguna vez se vuelva a repetir en el país un evento de esta magnitud”.
La labor de los entrenadores fue fundamental. Así lo sostiene Sofía Esteche, entrenadora del básquet 3x3 femenino: “Participar en los Juegos Asu 2024 ha sido una experiencia verdaderamente transformadora y enriquecedora.
Ver cómo mis atletas crecieron, no solo en habilidades deportivas, sino también en confianza y autoestima, ha sido increíblemente gratificante. Todo lo que lograron, como equipo e individualmente, inspira a ser una mejor persona y entrenadora”.
Los juegos se desarrollan siempre en un ambiente de respeto e inclusión, donde los intercambios culturales y la solidaridad entre los diferentes países que asisten generan un sentido de comunidad y familia que transciende cualquier barrera.
Como lección cita que todos nos comprometamos a promover la inclusión, la diversidad y el respeto mutuo, creando un entorno en el que todas las personas se sientan valoradas y respetadas.