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En segundo plano quedan la cantidad de medallas obtenidas, lo destacable es la realización de un evento de estas dimensiones en Paraguay, carente de capacitación e infraestructuras para lidiar con la igualdad día a día.
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El mensaje que se vio en las gradas de las sedes deportivas, sobre aquellos padres, familiares, entrenadores, amigos y voluntarios que se llenaban de emoción con las conquistas de sus atletas que dejaron en alto al país en cada competencia y en cada disciplina.
Paraguay, hay que reconocerlo, aún está muy lejos de ser una sociedad inclusiva, pero sigue creciendo mediante algunas personas que dedican su tiempo a llevar la enseñanza y demostrar que sí se puede estar de igual a igual con cualquier condición ya sea física o intelectual.
Luego del evento de la semana pasada, que contó con el apoyo del gobierno nacional, a través de la Primera Dama, Leticia Ocampos, se espera que no quede ahí y que siga acompañando los proyectos de Olimpiadas Especiales Paraguay. Para llevar nuevas condiciones y oportunidades, específicamente hacia el interior del país, donde la carencia es incluso mayor.
Que el compromiso de la Primera Dama se mantenga firme y que siga propagando la llama de la esperanza, que la inclusión no quede en el olvido.
El Team Paraguay nuevamente fue la luz de la competencia con 275 medallas que llenaron de orgullo al país como nos tienen acostumbrados (ver info).
