Después de seis jornadas, finalmente el INEOS pudo levantar su primera Copa Louis Vuitton, eliminando al Luna Rossa Prada Pirelli italiano (7-4), liderado por el australiano Jimmy Spithill, después de cuatro primeros días de regatas que terminaron en empate.
"Hemos hecho muchos cambios en vela, en mástil, en 'foils' (hidroalas)... El Luna Rossa nos ha hecho estar cada día al cien por cien, porque han presionado muy fuerte, y eso sin duda nos beneficia de cara a la final", analizó el campeón olímpico y tricampeón mundial.
Ahora les toca enfrentarse, a partir del 12 de octubre, a los 'kiwis', defensores del título, que llevan desde la 'Round Robin' (liguilla clasificatoria) sin competir contra sus adversarios.
"Nos toca trabajar con las viradas, las trasluchadas, el tiempo, el viento, las condiciones meteorológicas... Mañana descansaremos y a partir del domingo intentaremos practicar al máximo porque hay que seguir apretando", destacó Fernández.
El español reconoció que llegar a la fase final de la Copa del América "es un éxito personal muy grande", porque es algo que no consiguió "ni como regatista ni como entrenador".
Preguntado sobre si le gustaría, en un futuro, entrenar a un equipo español en la máxima competición náutica, Fernández confesó que es un reto que estaría "muy feliz" de asumir.
"Es algo difícil, porque requiere un presupuesto muy elevado, pero el equipo francés (Orient Express) nos ha mostrado el camino en esta Copa del América", concluyó.