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La gimnasta brasileña completó ayer otros Juegos brillantes al conseguir el oro en suelo, elevando a cuatro su botín en París 2024 y dejando en seis su balance total, tres años después de haber abierto el camino en Tokio 2020 con las dos primeras preseas para una mujer gimnasta de su país.
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Con un oro en salto y una plata en el concurso general, la joven paulista fue una de las protagonistas de aquellos Juegos atípicos ante una Biles mermada por los “twisties”, un fenómeno que provoca que los gimnastas pierdan el sentido de la orientación en el aire y que la obligaron a renunciar a la mayoría de pruebas. Y en París, con la estadounidense de vuelta, no ha bajado el vuelo.
Tras liderar a Brasil hacia un bronce histórico en la final por equipos, Andrade sumó dos platas en el concurso general y en salto para acabar consiguiendo el ansiado oro ayer, pasando por delante de Biles en la final de suelo. “Rebeca es increíble, es una reina”, dijo de ella la estrella estadounidense.
“Es siempre divertido verla y con todos los fans hinchando por ella, era lo correcto”, expresó sobre la victoria de la brasileña, a quien no duda en señalar como su competidora más temible.
Tras episodios nefastos por dos intervenciones quirúrgicas por lesiones de rodilla, la brasileña fue respaldada por Biles para seguir compitiendo.