Un pleno de derrotas (tres de tres) es el pobre botín con el que el equipo de Marcelo Méndez dice adiós a su aventura olímpica en la capital francesa. Este miércoles encajó otro duro golpe en el Arena Sur parisino, un revés de los que hacen mucho daño (13-25, 21-25 y 21-25, en una hora y 8 minutos).
Tras caer ante Estados Unidos y Japón, sólo un milagro podía mantener con vida a la Albiceleste, bronce en Tokio 2020. Debía vencer a los alemanes por 3-0 y esperar una serie de carambolas casi imposibles para acceder a la siguiente ronda como una de las mejores terceras de grupo, pero no cumplió con su parte del trabajo.
Lejos de plantar cara a la selección alemana, a la que supera por una posición en el ránking mundial (Argentina es octava y Alemania, novena), el equipo de Méndez, que convocó para estos Juegos a ocho de los trece jugadores que ganaron el bronce en Tokio, fue desarbolado.
El primer set fue un paseo para Alemania, que sólo necesitó 19 minutos para firmar un 13-25 liderada por Gyorgy Grozer. El opuesto germano derribó la muralla defensiva argentina con facilidad y acabó la primera manga con 10 puntos. Los albicelestes, desaparecidos, llegaron tarde al partido.
Mejoraron algo sus prestaciones en la segunda manga, con Facundo Conte y Austín Loser más entonados en ataque, pero no les bastó para equilibrar el duelo y quedaron al borde del abismo (21-25).
Y acabaron cayendo al vacío en el tercer set. Se repitió el resultado del segundo a favor de los alemanes (21-25). Facundo Conte intentó tirar de los suyos, pero la selección que entrena el polaco Michal Winiarski, con Moritz Karlitzek pletórico en ataque, acabó con cualquier atisbo de milagro argentino rumbo a los cuartos de final.