Oka celebró esta semana su triunfo con los puños levantados en señal de victoria mientras subía al podio en la capital francesa, algo que fue siempre más que un sueño para el atleta japonés, cuya estelar actuación tomó por sorpresa a sus competidores, entre ellos el campeón en Tokio, su compatriota, Daiki Hashimoto, y el subcampeón en la cita olímpica previa, el chino Ruoteng Xiao.
Oka o 'Ferrari', apodo que le adjudicó su entrenador por su capacidad de mejora, es el sexto atleta japonés de la historia en ganar una medalla de oro en su primera aparición en unos Juegos, siguiendo a su predecesor, Hashimoto, en Tokio 2020.
El oro de Oka, de 20 años, que días antes coronaba también el podio por equipos en la cita parisina, se produce dos años después de que Kagiyama (21) se colgara la plata en patinaje artístico en los Juegos invernales de Pekín 2022.
Oka y Kagiyama compartieron clase de instituto y desde el día que se conocieron, y con las expectativas puestas en alcanzar la élite deportiva, los dos jóvenes estrecharon una amistad más que duradera que ha saltado estos días a los tabloides por estas Olimpiadas.
En el instituto, los dos atletas comenzaron a coordinar sus horarios, mantenían conversaciones "de primera clase", según sus profesores, a los que los medios locales se han apresurado a acudir, y siempre estudiaban juntos los miércoles por la tarde, una relación y rutina que los acompañó hasta finalizar esa etapa estudiantil.
"Practicaban juntos sus firmas en la pizarra, a Kagiyama se le ocurrió la de Oka", ha asegurado el profesor Seiki Matsushita, que le dio clase a ambos. El docente ha relatado que el gimnasta empezó a hacer dibujos de la barra horizontal y la gimnasia para hablar de su técnica con su amigo, pero era "malísimo" en el plano artístico.
En una publicación en la red social X en 2020, el profesor Matsushita mostró una fotografía de unos jovencísimos Oka y Kagiyama en una de las clases del instituto y de dibujos, mensajes y los autógrafos que firmaban tras sus éxitos en las categorías juveniles.
Los dos atletas japoneses comparten publicaciones y menciones en sus respectivas redes sociales hasta el día de hoy, una amistad que ha sido evidente desde los primeros Juegos de Kagiyama en 2022, donde, en la fiesta de despedida, Oka fue el encargado de atender a la prensa y vio cómo despedían a su amigo, una escena que lo motivó aún más para conseguir su ansiado oro olímpico.
Los dos medallistas olímpicos compartieron estudios en el Instituto Internacional Seisa de Yokohama, al sur de Tokio, donde también estudiaron otros cinco deportistas que participan en los JJ.OO. de París, entre ellos la esgrimista Yuka Ueno (22), que en horas previas se alzó con la medalla de bronce por equipos.