Las de Cristiano Rocha están obligadas a vencer en su último duelo a Angola, la revelación del torneo, para poder aspirar a meterse entre las ocho mejores de la competición y seguir adelante.
La eliminación podría concretarse a lo largo de la jornada si Hungría se impone a España -que con tres derrotas se juega sus últimas cartas- y Angola a Francia, la campeona olímpica y del mundo, que ya tiene asegurado el billete para cuartos.
Tras la victoria inicial contra España, Brasil cosechó su tercera derrota consecutiva, esta vez contra las campeonas del mundo de 2016, que supieron meter una velocidad más al partido en el ecuador del primer tiempo para obtener una diferencia decisiva.
Sustentadas en una inspirada Dione Housheer, bien respaldada por Angela Malestein, las neerlandesas castigaron a la defensa brasileña en numerosos contragolpes.
Supieron explotar bien las europeas las pérdidas de balón de Brasil para ponerle velocidad al duelo, mientras las americanas no encontraba a su estrella Bruna de Paula, que se topó con una Yara Ten Holte en muy buena forma bajo los palos y que acabó sin abrir su marcador particular.
Mantuvieron el tipo Samara Vieira y Gabriela Bitolo en el conjunto brasileño, pero no fue suficiente para detener a Países Bajos, mientras que la portera Gabriela Moreschi estuvo menos acertada que en otros partidos.
Una dura entrada de Tamires Araujo le valió la expulsión, lo que debilitó la defensa al no tener a uno de los pilares de su zaga.
Países Bajos consiguió dosificar la diferencia y aunque Brasil amenazó en alguna fase del partido con ponerse a tres goles no logró bajar de cuatro.
Brasil se relajó en el tramo final dejando que la distancia en el marcador se elevara.