El combinado nipón se resarce así de la corona perdida hace tres años en Tokio, donde quedó segundo detrás de Rusia, y extiende su récord con el octavo título olímpico por equipos de su palmarés, tras una final muy ajustada con sus archirrivales chinos hasta el último ejercicio.
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Pese a un complicado inicio, que incluyó una caída durante su paso por el caballo con arcos, la estrella japonesa Daiki Hashimoto, de 22 años, acabó con el peso del título sobre sus hombros, al ser el último de su equipo en competir en la barra horizontal.
“Antes de mi ejercicio tenía los ojos un poco llorosos y después del aterrizaje sentí una felicidad indescriptible”, contó después un radiante Hashimoto, que reconoció que sintió “algo de miedo” en los momentos previos a comenzar esa ejecución decisiva.
