Marchand, máximo favorito para colgarse el oro en los 200 y 400 estilos en la cita olímpica, no parece satisfecho con tan suculento botín y quiere subir al podio en París en las pruebas largas de mariposa y braza.
Dos finales que se disputarán el mismo día, el 31 de julio, con una diferencia de un poco más de una hora entre una y otra, las mismas condiciones a las que se enfrentó este miércoles Leon Marchand en los Campeonatos de Francia que se disputan en Chartres.
El pupilo de Bob Bowman, quien fuera entrenador también del legendario Michael Phelps, comenzó la jornada con una victoria en la final de los 200 mariposa con un tiempo de 1:54.08 minutos.
Una marca lejana de los 1:52.43 con los que el nadador francés, de 22 años, se proclamó campeón del mundo en el año 2023 en Fukuoka, pero suficiente para rebajar la mínima -1:55.78- requerida por la Federación Francesa para acudir a la cita olímpica.
De hecho, Marchand se situó con este registro en la cuarta plaza de la clasificación mundial que encabeza el japonés Tomoru Honda con los 1:53.88 con que se colgó el oro el pasado mes de febrero en los Mundiales disputados en Doha.
Esfuerzo que no impidió al de Toulouse volver a la piscina poco más de cincuenta minutos después para disputar la final de los 200 braza, en la que se impuso con un crono de 2:08.95 minutos.
Suficiente para lograr el billete olímpico para el que se exigía nadar en un tiempo de 2:09.68 minutos, casi tres segundos más que el récord de Francia que posee el propio Marchand con un crono de 2:06.59.
Un tiempo al que Marchand deberá acercarse, si no mejorar, para lograr el próximo 31 de julio en la piscina del La Defense Arena un doblete, 200 mariposa-200 braza, que este miércoles el nadador galo demostró que está preparado para afrontar con garantías.