Fue un momento tan desafortunado como extraño: Greenlaw se disponía a arrancar una carrera para entrar al campo y acabó en el suelo con mucho dolor en el tobillo.
El jugador de San Francisco no pudo retirarse por su propio pie y un carrito le llevó posteriormente al vestuario del Allegiant Stadium de Las Vegas (EE.UU.).
Poco antes del descanso, los 49ers anunciaron que Greenlaw no regresaría al partido.