El llamamiento a la tregua olímpica suele ser un mero trámite en la Asamblea General que llama a acallar las armas en las dos semanas en que duran las Olimpiadas, pero nunca en las últimas décadas había coincidido con dos guerras de enorme impacto mundial, como son las de Ucrania y la de Gaza.
La guerra de Gaza, pese a estar en el centro de las preocupaciones de las distintas agencias de la ONU, del Consejo de Seguridad y del secretario general, apenas fue evocada hoy durante el debate de la Asamblea General, y solo en representante de Egipto la mencionó recordando que hablar de una tregua olímpica debía entenderse como un mensaje a Israel para aceptar una tregua sin apellidos.
Sin embargo, el conflicto de Ucrania se coló finalmente en los debates de hoy cuando la representante rusa Maria Zabolotskaya tomó la palabra y advirtió de que su país, tras haber apoyado "siempre" la tregua olímpica, se abstendría este año en protesta por "la ilegal exclusión de los atletas rusos de las competiciones deportivas internacionales".
Con ello, Zabolotskaya se refería a la exclusión el 5 de octubre de Rusia del COI -como sanción por haberse anexionado cuatro regiones de Ucrania- y la prohibición de sus atletas de competir bajo bandera rusa en París 2024, aunque el COI dejó abierta la puerta a que lo hagan a título neutral.
En esta ocasión, Rusia solo ha contado con el apoyo expreso de Siria en el momento del voto, mientras que otros países aliados de Rusia, como China en tantos otros conflictos, se limitaron a pedir que los juegos olímpicos y el deporte en general sean despolitizados.
El presidente del COI, Thomas Bach, tomó la palabra ante la Asamblea General para responder a la representante rusa y decirle que "en los juegos olímpicos no hay ´Sur Global´ ni ´Norte Global´, todos somos iguales (y) debemos ser políticamente neutrales y rechazar toda discriminación", pero consideró que Moscú, al anexionarse las regiones de Ucrania, había violado la integridad del Comité Nacional Olímpico Ucraniano.
Y Bach aprovechó la tribuna para advertir contra el proyecto ruso de organizar del 15 al 29 de septiembre de 2024 los Juegos Mundiales de la Amistad como alternativa a los Juegos Olímpicos de París, que se celebrarán en Moscú y en Yekaterimburgo, capital de los Urales.
Bachi dijo que esa convocatoria significa hacer del deporte parte de las tensiones políticas, "conduce a la fragmentación política del deporte internacional" y significa a la larga que "no habrá más campeonatos del mundo en un mundo fragmentado".