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La columna fue incluida en el libro The King, que recoge muchos de sus maravillosos artículos, con un título y un comienzo de lo más provocador:
“La fábula del esperma”
“Cuando, tras la gran carrera un esperma es el primero de millones en llegar al óvulo. se confronta a su última, decisiva tarea: entrar. El óvulo está rodeado de un caparazón de orgullo femenino, difícil de penetrar, y en orden de atravesar esta membrana el esperma debe sacrificar su pequeño flagelo, que contiene un ácido capaz de disolver la cobertura del óvulo”.
¿Cómo llevarlo al ajedrez? En casi todo el siguiente párrafo parece alejarse más: “Pero, ¡no puede hacerlo él solo! No tiene suficiente ácido, y para ablandar el óvulo, ¡necesita la ayuda de otros! Necesita convencer a un número de colegas para que hagan el trabajo sucio por él. Cómo lo hace, si es con falsas promesas, o si hay homosexualidad involucrada, no lo sabe todavía la ciencia moderna, pero lo cierto es que un número de sus colegas debe estar dispuesto a dar lo mejor que tienen, para permitirle entrar”.
Parece difícil enderezar el rumbo, pero no lo es para el ingenio de Donner: “Es precisamente lo mismo que en un torneo de ajedrez. Si vamos a ganar un torneo, los otros deben hacer el trabajo por ti, de otra manera es imposible”.
“Cuando conseguí el mejor resultado de mi vida en 1963, se lo debí enteramente a Pilnik. Fue tan amable como para perder de forma muy infantil contra mí en la segunda ronda, para luego pasar a ganar ante Bronstein, Parma y - en la última ronda, y encima con negras - también contra Ivkov. Los tres fueron segundo, tercero y cuarto en la clasificación final. Medio punto detrás de mí. Todas estas victorias no le hicieron un gran favor a Pilnik, las hicieron para mí, solo para mí”.
Donner terminó en primer lugar, con 12 puntos sobre 17, superando a David Bronstein (11½), Bruno Parma, Herman Pilnik y Borislav Ivkov (11), Aleksandar Matanovic (10), Yuri Averbakh (9½), Gideon Stahlberg (9), etc.,
Desarrollo del torneo de Beverwijk 1963
Antes de ver cómo fue el torneo pensaba que Donner exageraba, minusvalorando su actuación, pero no es fácil encontrar partidas muy buenas de su parte. Las mejores son sus triunfos sobre Matanovic y Stahlberg en la 2ª y 4ª rondas respectivamente.
Sí tuvo una dosis considerable de suerte, veamos un ejemplo, ya citado por Donner, que luego fue muy importante para la clasificación final.
Donner comenzó bien, iba primero tras la sexta ronda, tras vencer a Gereben y Stahlberg en las rondas 5 y 6 aunque su victoria sobre Gereben fue curiosa.
En la 7ª ronda cayó ante Parma, que se colocó primero con 5½ puntos, con medio punto de ventaja sobre los escoltas. En las rondas siguientes acrecentó su ventaja a un punto.
Al llegar a la 12ª ronda Parma parecía un líder muy sólido, tenía 9 puntos, era seguido de Ivkov y Donner con 8. Sin embargo, en la 13ª ronda Pilnik “trabajó” para la “carrera” de Donner y el primer lugar pasó a estar compartido por Donner, Parma e Ivkov.
En la 14ª ronda Donner capturó la dama de Tan Hiong Liong por medio de un sencillo golpe táctico y a falta de tres rondas se colocó en primer lugar en solitario. En la ronda siguiente hizo tablas rápidas con Bronstein y fue alcanzado por Ivkov.
En la penúltima ronda sucedió nuevamente algo llamativo.
Con un sólido empate ante Robatsch en la última ronda Donner consiguió la victoria.
La corta carrera de Tan Hiong Liong
El resultado del indonesio Tan Hiong Liong (20 de agosto de 1938, Buitenzorg, Indonesia – septiembre de 2009, Bogor, Indonesia) no fue espectacular, pero sí esperanzador, hizo 7½ puntos sobre 17, dando muestras de su potencial: hizo tablas con Bronstein, Parma y Pilnik, que terminaron segundo, tercero y cuarto respectivamente y derrotó a Averbakh y Robatsch. Obtuvo el título de Maestro Internacional ese año.
Tan Hiong Liong fue el primer indonesio en tener un título internacional de ajedrez, era talentoso, pero su carrera se truncó por problemas de salud.
Aprendió a jugar a los cinco años, a los 14 se unió al club de ajedrez de Bogor; se trasladó con su familia, que tenía un buen nivel económico, a los Países Bajos en 1956, para estudiar matemáticas, aunque sin mucho éxito ya que se dedicaba más al ajedrez.
Se hizo miembro del club VAS Ámsterdam y el maestro Hans Bouwmeester lo entrenó, fue progresando y en julio de 1960, Tan Hiong Liong integró el equipo holandés en el Campeonato Mundial de Estudiantes en Leningrado, allí venció a Lubomir Kavalek.
En octubre de 1960 Tan Hiong Liong jugó como cuarto tablero en la olimpiada de Leipzig. Indonesia jugó la final C donde ocupó el segundo lugar tras Filipinas. Tan ganó la medalla de oro en el cuarto tablero.
En 1961 Tan ganó el Campeonato de los Países Bajos, derrotando a Jan H. Donner, que era entonces el número 1 del país. En 1962, Tan ganó, compartido con Moshe Czerniak, el torneo IBM en Ámsterdam y fue invitado al certamen de Beverwijk de 1963.
Lamentablemente ese fue su último torneo. Sus problemas de salud mental, ya detectados en 1958, se agudizaron, tuvo que cancelar los torneos previstos; cometió algunos delitos menores e ingresó en una clínica psiquiátrica en Santpoort.
A fines de 1963 sus padres lo llevaron de vuelta a Indonesia, donde recibió tratamiento, aunque ya no volvió a competir; trabajó con su padre haciendo tareas de administración, jugó al ajedrez ocasionalmente ya solo como como pasatiempo.
Una de las partidas decisivas del torneo
Veamos una de las victorias cruciales del maestro argentino Herman Pilnik, principal responsable de la victoria de Donner, según la fábula de Donner.
GM Zenón Franco Ocampos
Ponteareas, 4 de octubre de 2023