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Reshevsky no jugó ajedrez serio desde 1924 hasta 1931, para completar su educación. Tras finalizar la secundaria estudió Contabilidad hasta 1933.
Repasaremos brevemente sus pasos hasta su primer gran éxito internacional: su triunfo en el Torneo de Margate 1935, por delante de José Raúl Capablanca.
Allí demostró el inmenso potencial que tenía para llegar a ser el mejor del mundo.
En lo que restaba de la década 20, Reshevsky solo jugó dos torneos. En 1924, en Detroit, participó en el 25º Campeonato de la Asociación Occidental de Ajedrez, en que se impuso el mexicano Carlos Torre, con 14 puntos sobre 16. Sammy terminó quinto con 11 puntos.
El ajedrez como fuente de placer
Reshevsky comentó que, a pesar de estar alejado de la práctica, “el ajedrez resultaba siempre la actividad en la cual me sentía más cómodo, más feliz”.
“El impulso a jugar ajedrez se hallaba siempre dentro de mí durante los años de estudio, aunque había tomado la decisión de no aparecer en público como ajedrecista”.
“Sólo cedí a este incontenible impulso en 1927, cuando se realizó en Kalamazoo, cerca de mi hogar, en Detroit, el torneo por el Campeonato del Oeste”.
Allí empató del tercer al sexto lugar con 5 puntos sobre 8. Whitaker ganó con 6½ puntos.
Lento retorno a la competencia
Como contó Reshevsky, al llegar la década de los 30 todo cambió.
En 1931, “después de cuatro años más de dedicación al estudio la oportunidad se presentó nuevamente. Samuel Factor, uno de los más fuertes jugadores de Chicago, concurrió a Tulsa para tomar parte en el torneo de la Asociación del Oeste”.
“A su invitación, lo acompañé… En Tulsa gané el título de la Asociación del Oeste, sin perder una sola partida. Constituyó mi primer triunfo en un torneo”.
Se jugó en octubre, Reshevsky se impuso con 7½ puntos sobre 9, seguido de Factor y Whitaker con 7.
Reshevsky admitió que no fue una competencia de primer nivel, “pero así y todo el sabor de la victoria resultó muy dulce”.
No estaba todavía decidido a dedicarse al ajedrez como primera, o segunda profesión, influenciado porque “¡mi premio ´en dinero` por haber triunfado en el Torneo de Tulsa de 1931 consistió en algunas palabras cordiales!”.
El año 1932 fue de bastante actividad para Reshevsky. Según el libro de Stephen Gordon. jugó tres torneos. A principios de año jugó un torneo cerrado en Chicago donde salió tercero.
En el Campeonato del Oeste disputado del 30 de julio al 7 de agosto de 1932 en Mineápolis, “fracasé al defender mi título”, comentó Reshevsky que hizo 9 puntos y salió segundo tras Reuben Fine (9½ puntos sobre 11), pero fue una buena actuación.
No obstante, se notó su falta de práctica y de preparación teórica adecuada. Se hallaba en desventaja, sus victorias se basaron en su magistral juego en la defensa, tras caer en posiciones difíciles, complementado con un excelente manejo en los finales.
De inmediato se disputó el torneo de Pasadena, del 15 al 28 de agosto, que ganó Alexander Alekhine, entonces campeón del mundo, con 8½ puntos sobre 11, seguido de Kashdan con 7½ y luego Dake, Reshevsky y Steiner con 6 puntos.
Reshevsky derrotó por primera vez a uno de sus grandes rivales, Reuben Fine, este terminó con 5 puntos.
Allí se enfrentó ya a los maestros más fuertes de EE. UU., casi sin tener experiencia y tras estar retirado del ajedrez por mucho tiempo.
Análisis de Reshevsky para el futuro
Esto es lo que comentó Reshevsky del torneo: “Las partidas de este certamen fueron tan arduas y difíciles que finalicé empatado en el tercer puesto, a pesar de haber perdido cuatro juegos”.
“Pero esta competencia me dio una buena lección. La falta de conocimiento de las aperturas no había tenido mayor importancia en los andariegos días de mi niñez, pero en la etapa que entonces enfrentaba constituía una falla muy grave que influía seriamente en mi eficiencia ajedrecística”.
“Como resultado de esta carencia de conocimientos me encontraba a menudo apuradísimo por el reloj y suspendía para otras sesiones una cantidad anormal de partidas. Y, simplemente, tuve que dedicarme a aprender aperturas. Volví a mi casa a estudiar ajedrez por primera vez en mi vida”.
Debemos notar que ese fue siempre el principal defecto de su juego, su precaria (para el primer nivel) preparación en las aperturas.
Reshevsky retornó a los estudios y a la inactividad ajedrecística por un año; volvió en el siguiente Campeonato Occidental, jugado en septiembre y octubre de 1933 en Detroit.
Allí Reshevsky derrotó nuevamente a Fine. Con esa victoria, en la sexta ronda, Reshevsky pasó al frente con 5½ puntos sobre 6, y Fine se quedó con 5, pero igualmente Fine logró ganar el torneo ¡al imponerse en las siete partidas restantes!
Fine hizo 12 puntos sobre 13, Reshevsky “solo” hizo 11 puntos.
Un punto crucial en la carrera de Reshevsky
Reshevsky comentó que el trabajo en la perfección de las aperturas que realizó tras el certamen de Pasadena en 1932 empezó a dar sus frutos en 1934.
Empató el primer lugar con Fine en el Campeonato del Oeste disputado en Chicago entre julio y agosto de 1934.
Posteriormente se impuso en el Torneo Internacional de Siracusa, celebrado del 13 al 25 de agosto, con 12 puntos sobre 14, seguido de Kashdan 10½, Dake y Fine 10, Kupchik, 9½, Horowitz y Steiner 9, etc.
Reshevsky consideró que Siracusa 1934 fue el punto crucial de su carrera ajedrecística, allí vio que podía competir con sus contemporáneos y que podía tomar el ajedrez como una profesión.
Reshevsky comentó, “Para mí el hecho más importante lo constituyó la participación de la más nueva cosecha de maestros: Dake, Denker, Fine, Horowitz, Kashdan, Kupchik, Steiner y otros. La mayoría de ellos contaba en ese tiempo alrededor de veinte años, y de todos podía esperarse que ejercieran fuerte influencia en el ajedrez magistral de la nueva generación de los Estados Unidos”.
Torneo de Margate 1935
Reshevsky volvió al Reino Unido 15 años después de su última visita para jugar el tradicional torneo de Margate.
Esta fue su motivación para volver, en sus propias palabras: “En el Torneo de Siracusa tuve pleno éxito sobre mis contemporáneos: ¿Podría repetir la hazaña enfrentando a grandes maestros ya reconocidos como tales?”
“Con esta idea fija en la mente y recordando las carreras internacionales de Morphy y Marshall jugué en los torneos de Yarmouth y Margate”.
El torneo de Margate se disputó del 24 de abril al 3 de mayo de 1935, era su primer torneo internacional, si bien la nómina de jugadores no era mejor que la de Siracusa, había una excepción, participó también el excampeón mundial José Raúl Capablanca.
Así describió Reshevsky ese encuentro: “Yo gané mi partida con este ajedrecista inmortal y salí primero en el certamen, que fue asimismo el primero que jugué en el extranjero. Más tarde también tuve pleno éxito en una competencia algo menos fuerte realizada en Yarmouth”.
“Con estas victorias se me reconoció como uno de los primeros ajedrecistas del mundo. El prodigio de la niñez se había confirmado”.
Reshevsky hizo 7½ puntos sobre 9, Capablanca 7 y Thomas 5.
El torneo de Yarmouth se jugó del 8 al 20 de julio, Reshevsky hizo 10 sobre 11 puntos, seguido de Seitz con 8½, Reshevsky logró 10 victorias, por una derrota, ante la tercera clasificada, Vera Menchik.
El potencial de Reshevsky
Si a ese talento descomunal Reshevsky hubiera trabajado en las aperturas y se hubiese dedicado más al juego, sin tener tantos lapsos sin jugar, hubiera sido sencillamente imbatible, pero… “es lo que hay”, Reshevsky no quiso, o no pudo, poner al ajedrez como prioridad en su vida.
Garry Kasparov comentó sobre la victoria de Sammy Reshevsky sobre Capablanca que veremos: “¿Cuál era el límite del talento de Reshevsky, si a los 23 años era capaz de concebir e implementar consistentemente tales planes?”, y ante Capablanca, como queda implícito, y casi sin experiencia.
Reshevsky dio más detalles sobre esa partida: “Cuando el inmortal Capablanca me ofreció tablas en la movida 35ª, no acepté la propuesta”.
“Creí que podía ganar y que no era posible abrigar fundadas esperanzas de conquistar el preciado título aceptando tablas en posiciones ganadoras”.
Verdaderamente derrotar a Capablanca solo tras un primer torneo de importancia, y de la forma que lo hizo es admirable desde todo punto de vista.
Esto es lo que Pyotr Romanovsky escribió poco después: “Esta partida es una maravillosa obra de arte ajedrecístico. En ella Reshevsky parece estar imbuido de todo lo que se ha descubierto recientemente en el ajedrez moderno. Ausencia de rutina, frescura, y coraje, imaginación sutil, -cálculo profundo y pensamiento realista preciso- estos son los complejos factores que caracterizan el juego de Reshevsky. El tipo de derrota que Capablanca sufrió en esta partida no ha sido visto desde su encuentro con Alekhine. En nuestra opinión, Capablanca hizo todo lo que era capaz en este encuentro altamente crítico con Reshevsky. Y aun así cayó derrotado. No hay duda de que en la persona de Reshevsky el mundo del ajedrez ha encontrado un pensador de primer nivel, que tiene todas las chances de ganar el título mundial en el futuro”.
Veamos esa notable partida con comentarios extractados de mi libro sobre Reshevsky que saldrá publicado este año.
GM Zenón Franco Ocampos
Buenos Aires, 22 de marzo de 2023