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En sus comienzos se llamaba Hoogovens, luego Corus y desde 2011 lleva el nombre de su patrocinador actual, Tata Steel, si bien continúa con el número de edición iniciado en 1938.
Desde 1938 hasta 1967, la sede fue Beverwijk, desde 1968 se juega en Wijk aan Zee.
En Wijk aan Zee participaron los mejores jugadores del mundo, incluyendo a todos los campeones mundiales desde Mikhail Botvinnik hasta Magnus Carlsen, con la excepción de Bobby Fischer.
Uno de los vencedores, en la edición de 1951, fue el argentino Herman Pilnik.
Naturalmente hay muchas ediciones muy interesantes, inauguramos esta sección de torneos memorables con la de 1968.
El año más fructífero de Korchnoi
Viktor Korchnoi consideró que 1968 fue prácticamente el año más fructífero de su carrera ajedrecística, tenía 37 años y estaba clasificado para los matches de Candidatos.
“Me impuse con asombrosa autoridad en dos grandes torneos y en varios encuentros difíciles”, comentó en su libro Chess is my life, cuya primera edición, muy cruda, fue publicada en 1978, hay otra versión, publicada en 2004, que es mucho más suave.
Korchnoi inició ese año jugando la 30ª edición del torneo de Wijk aan Zee, Holanda, disputado del 10 al 28 de enero de 1968.
Era la primera vez, tras el Interzonal de Estocolmo 1962, que Korchnoi jugaba en un país europeo fuera de lo órbita soviética.
En la URSS no estaba permitido tener cuentas en un banco soviético en moneda extranjera, ni negociar libremente, ni tener cuentas en bancos extranjeros, etc., pero sí se permitía pagar con moneda extranjera a un representante comercial de la URSS y recibir en la URSS productos que no podían venderse libremente en el país, como también adquirir cupones para obtener productos en tiendas reservadas solo a ciertos ciudadanos.
En la URSS la moneda de países occidentales era mucho más valiosa que la de los países de influencia soviética, pero a veces esta moneda también tenía mucho valor.
Veamos un ejemplo, en 1963, Korchnoi pagó 1.000 pesos en La Habana, más o menos la mitad de su primer premio en el Memorial Capablanca, y seis meses más tarde, en su hogar de Leningrado, recibió la compra realizada con dinero cubano: un coche Moskvich10.
Korchnoi comentó en 2004: “De esta forma el estado frenaba la especulación con divisas. Sin embargo, la especulación con cupones era un negocio floreciente en el que la propia administración participaba”.
Torneo de Wijk aan Zee 1968
Naturalmente jugar en torneos como Wijk aan Zee, donde los premios eran en moneda occidental era muy requerido en la URSS y en muchísimos casos solo estaba reservado a los maestros soviéticos más fuertes.
En Wijk aan Zee 1968 jugaron Viktor Korchnoi y Mikhail Tal, sus rivales principales eran el húngaro Lajos Portisch, el checoeslovaco Vlastimil Hort, el rumano Florin Gheorghiu y cuatro maestros yugoeslavos, Borislav Ivkov, Alexander Matanovic, Dragoljub Ciric y Nikola Karaklajic.
Un comienzo arrollador
El ritmo de juego fue inusual para Korchnoi, había dos sesiones diarias para reanudar las partidas suspendidas, que eran días de semi descanso para quienes terminaban sus partidas, pero no para los que aplazaban las aplazaban, y Korchnoi tuvo varias partidas suspendidas.
Eso le afectó ya desde la primera ronda, en que se enfrentó al búlgaro Padevsky, en una partida que duró 105 jugadas.
“Y cada día me encontraba trabajando nueve horas, sin incluir la preparación para la siguiente ronda. ¿Para qué están los sindicatos en este aleccionador siglo XX? Una ronda daba paso a otra, y todo el tiempo estaba jugando la misma partida suspendida”, escribió Korchnoi en 1978.
¿Se quejaba amargamente por el curso del torneo? No, para nada; añadió: “¡Mientras tanto, ganaba todas las partidas!”.
En el Interzonal de Susa 1967 Korchnoi había jugado mal contra los yugoeslavos, solo un punto sobre cuatro, pero “Aquí obtuve mi venganza, gané contra Ivkov, Matanovic, Ciric y Karaklajic”.
Sobre su victoria ante Matanovic, con su Defensa Francesa, Korchnoi comentó que la consideraba “uno de los mejores logros en mi vida en el campo de estrategia ajedrecística”.
Korchnoi ganó las siete primeras partidas, y en la 8ª ronda le tocaba con Mikhail Tal, (con quien luego jugaría uno de los matches semifinales de Candidatos).
Korchnoi, “El adversario difícil”, para Tal
En una ocasión Mikhail Tal, con su característico sentido del humor, comentó que su score con Korchnoi era 7 a 7, “es decir siete victorias para Korchnoi y siete tablas”.
El score entre ambos era aplastante en favor de Korchnoi, por lo que, tras cada partida ganada, Korchnoi señaló que se: “Planteaba una situación psicológicamente complicada. Mi score era abrumador, pero no reflejaba nuestras fuerzas reales. Los éxitos de Tal no eran en modo alguno inferiores a los míos; sus resultados ante muchos Grandes Maestros eran mejores... ¡Tal no podía ser mi ‘víctima’ toda la vida!”.
Korchnoi veía una derrota cada vez más cercana, igualmente, a Korchnoi se le hacía difícil evaluar de forma objetiva el juego de Tal, pues “¡veía a Tal derrotado, aunque yo jugara muy mal!”.
Korchnoi creía que la causa de esa paternidad, estaba, en parte, en la primera partida que jugaron, cuando Korchnoi tenía 22 años y Tal 16.
Korchnoi comentó, “Yo tenía un peón de ventaja…¡y me ofreció tablas! Es verdad que había alfiles de distinto color, pero también había piezas pesadas. No fue una victoria fácil, pero en la 94ª jugada logré superarlo – en esta partida, y, al parecer, para siempre”, curiosamente Tal jugando con las blancas era todavía más vulnerable ante Korchnoi.
En la partida entre ambos de Wijk aan Zee 1968, Korchnoi jugó débilmente la fase inicial, entonces tendió una trampa posicional a Tal, en la que sorprendentemente cayó, Korchnoi pasó a tener ¡8 puntos sobre 8!
El primer empate llegó en la siguiente ronda, con Donner, a la que siguieron dos nuevas victorias, y asombrosamente Korchnoi tenía 10½ puntos sobre 11.
A falta de cuatro rondas para terminar, “acariciaba la posibilidad de establecer un nuevo récord, pero en la duodécima ronda perdí ante Portisch tras un grave error. A partir de entonces el torneo perdió interés para mí y firmé empates sin lucha en el resto de jornadas”.
Veamos el momento crítico:
Viktor Korchnoi
Lajos Portisch
Hoogovens Wijk aan Zee (12), 1968
Las blancas tienen ventaja, las negras están retrasadas en el desarrollo y sus piezas están descoordinadas, jugando 13.De2, para seguir con 14.Ca5 hubieran conseguido una molesta presión sobre la posición negra, sin embargo, jugó… 13.Cd5?? [Es un error que pierde la partida de inmediato.] 13...Axd5 14.exd5 g3! [Con doble ataque] 15.hxg3 Dxc4, y 0–1 en 32 jugadas.
Con esas tres tablas sin jugar Korchnoi hizo 12 puntos sobre 15, aventajó en nada menos que tres puntos a Tal, Portisch y Hort.
Volviendo a la primera edición del libro de Korchnoi, fue escrito en noviembre de 1976, dos años después de solicitar asilo político y quedarse en Holanda.
Chess is my life
En noviembre de 1976 Korchnoi jugó un match con Jan Timman, en Leeuwarden, Países Bajos, que ganó 5½ a 1½, y escribió: “Al mismo tiempo recordé que era el momento de escribir mi autobiografía y lo hice durante el match. Aun así, logré ganar. En ese año tan agitado no había perdido mi habilidad ni mi deseo de jugar al ajedrez…”.
Hans Ree era el ayudante de Timman en ese duelo, todos estaban en el mismo hotel y comento en su libro My Chess que a veces escuchaban unos aullidos y carcajadas de Korchnoi, “como de un lobo en la noche, cuando había escrito algo especialmente agudo e ingenioso”.
En la primera versión de ese libro Korchnoi ajusta cuentas con todo el ajedrez soviético. Tal bromeó entonces diciendo que había que dar un premio a Keres por ser el único maestro, vivo o muerto, del que Korchnoi no hablaba mal en ese libro.
Muchos de los pasajes del mismo fueron suprimidos en la versión del año 2004 y con el paso del tiempo Korchnoi recompuso su relación con varios de los maestros citados en el libro.
En la próxima nota hablaremos de la 85ª edición del torneo de Wijk aan Zee que finaliza el domingo próximo.
Veamos la octava victoria de Korchnoi, con sus comentarios de 1968, y otros más actuales.
GM Zenón Franco Ocampos
Ponteareas, 25 de enero de 2023