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Lasker fue campeón del mundo durante 27 años, un récord que parece inalcanzable, y fuera del ajedrez tenía una inteligencia deslumbrante, fue matemático, Doctor en filosofía, Doctor en Matemáticas, filósofo, escritor de libros sobre temas científicos, además de libros de ajedrez, inventor de juegos, etc.
En nuestra nota 624 relatamos su primer match con William Steinitz en 1894 en ciudades de EE. UU. y Canadá, en el que se convirtió en campeón del mundo.
Necesidad de demostrar que era “el verdadero” campeón mundial
Después de conquistar el título mundial Lasker volvió a Londres, donde dio una serie de conferencias, fruto de ellas posteriormente se publicó un libro llamado Sentido común en ajedrez.
Lasker era el campeón del mundo, no obstante, no se lo veía como tal, se consideraba que su victoria sobre Steinitz era más un desmérito de él que un triunfo de Lasker.
Curt Von Bardeleben, un maestro alemán que era una de las voces reconocidas de la época escribió, que Lasker carecía de la profundidad conceptual de Steinitz, admitía que se defendía bien, aunque poco más, “su tratamiento de las aperturas es usualmente correcto, pero nunca especialmente dominante… su estilo no es particularmente agresivo, a sus combinaciones les falta brillantez”, etc.
Como se comenta en el libro Emanuel Lasker The Life of a Chess Master del Dr. J. Hannak, la opinión general era que “el joven Lasker era meramente algo temporal hasta que alguien verdaderamente grande – probablemente el Dr. Tarrasch- asumiera correctamente la codiciada corona de Caissa”.
Era cierto que el palmarés de Lasker no era muy destacado, era el mejor, pero necesitaba triunfos en torneos de primer nivel para ser considerado un “verdadero” campeón del mundo.
Cierta similitud con Anatoly Karpov
Algo similar, aunque sin tantas críticas, ocurrió mucho después con Anatoly Karpov, que logró el título mundial sin ganarlo en el tablero en 1975, por la renuncia de Bobby Fischer a defender el título, él también “necesitó” demostrar que era el verdadero N.º 1 del mundo y lo hizo sin dejar margen de duda, ganó prácticamente todos los torneos que jugó.
Torneo de Hastings 1895
La oportunidad de Lasker de demostrar su fuerza llegó pronto, los clubes de Hastings y el St. Leonards Chess Club organizaron uno de los torneos más fuertes del Siglo XIX, que fue a la vez el primer gran torneo en el que participó Lasker.
El torneo de Hastings se disputó del 5 de agosto al 2 de septiembre de 1895; “Solo el hecho de que el torneo incluyese a estas cuatro estrellas – Lasker, Steinitz, Tarrasch, Chigorin – le da significado histórico en el ajedrez”, escribió el Deutsche Schachzeitung.
La lista de 22 participantes incluía a maestros con gran experiencia, como Blackburne, Von Bardeleben, Burn, el más veterano era, Bird, con 65 años, y jóvenes de los que se esperaban grandes triunfos, como el austriaco Carl Schlechter y el norteamericano Harry Nelson Pillsbury.
“Por las reglas de la justicia poética al joven Lasker se le habría dado ahora la oportunidad de mantener su glorioso título, silenciando así a sus críticos de una vez y para siempre”, comentó Hannak, y añadió, “Pero la justicia poética, ay, aparece solo en las novelas, la vida real por lo general tiende a seguir un curso más prosaico”.
Lasker comenzó con solo 2 puntos sobre 4, pero a partir de allí siguió con un ritmo avasallador en las siguientes nueve rondas, en que obtuvo 7½ puntos.
A falta de tres rondas Lasker iba 1º con 14½ puntos sobre 18, seguido de Chigorin con 14 y Pillsbury 13½, solo ellos tres aspiraban al título, Lasker era el favorito para ganar.
Entonces llegó la fatídica 19ª ronda, recordémosla solo su parte final.
Siegbert Tarrasch
Emanuel Lasker
Hastings (19), 30.08.1895
Tras una compleja lucha donde pudo haber pasado de todo, Lasker realizó aquí un error asombroso, de los que cometió muy pocas veces en su carrera.
41...Rd3?? (Perdiendo un punto entero. Lo correcto era empezar con 41...c2! impidiendo la respuesta que sigue, luego de por ej., 42.g5 Axg5 43.Rxg5 Rd3 44.Cc1+ Rd2 45.Cb3+ Rd1 46.a4 a5 47.Rf5, (una jugada útil, evitando que la posterior coronación c1 sea sin jaque) 47...b5 48.axb5 a4 49.Cc1 (O bien 49.b6 axb3 50.b7 c1=D 51.b8=D b2 y las negras deberían ganar. “El Sr. Lasker mencionó esta victoria inmediatamente tras la partida”, comentó Pillsbury, los módulos dicen que las negras dan mate en 18 jugadas como máximo.) 49...Rxc1 50.b6 a3 (Con el rey en g5 ganaría 51...Rd1), por ej. 51.b7 a2 52.b8=D a1=D. Como indica Nunn “un peón c en la séptima línea gana casi siempre en finales de D+P vs. D y el peón extra blanco es totalmente irrelevante”. Los módulos indican que hay mate en 28 jugadas con la mejor defensa blanca.) 42.Cxc3! (Así de simple, las alternativas pierden, pero ahora los peones blancos llegan antes.) 42...Rxc3 43.g5 Ab6 (Luego de 43...Axg5 44.Rxg5 b5 45.h4 Rb2 46.h5 Rxa2 47.h6 b4 48.h7 b3 49.h8=D las blancas ganan con facilidad.) 44.h4 Ad4 45.h5 b5 46.h6 b4 47.g6 a5 48.g7 a4 49.g8=D 1–0
A falta de dos rondas Chigorin tomó el liderazgo con 15 puntos sobre 19, seguido de Lasker y Pillsbury con 14½.
Lasker todavía tenía chances de ganar el torneo, pero una derrota inapelable ante Blackburne en la penúltima ronda acabó con sus chances.
El vencedor fue Pillsbury, con 16½ puntos, 2º Chigorin con 16, y 3º el campeón del mundo con 15½, aventajando al 4º, Tarrasch con 14 y Steinitz 5º con 13, entre los más destacados.
Fue una decepción para Lasker, que tuvo el triunfo muy cerca, si bien simplemente se postergó su demostración de ser el jugador más fuerte del mundo.
El decepcionante resultado de Lasker tuvo un final auspicioso, habría una oportunidad de revancha y de clarificar la situación muy pronto.
En el banquete de clausura de Hastings, Chigorin anunció: “Hay algo que me gustaría mencionar: El Club de ajedrez de San Petersburgo va a organizar un torneo a fines de este año, donde cinco o seis de los maestros más prominentes serán invitados. Entre ellos estará Pillsbury, el impresionante representante de América”.
Torneo de San Petersburgo 1895/96
Finalmente los invitados fueron los cinco primeros de Hastings, pero Tarrasch, que era médico, no pudo participar por razones profesionales.
El cuadrangular a seis vueltas se disputó en San Petersburgo del 13 de diciembre de 1895 al 28 de enero de 1896.
Lasker tuvo otro mal comienzo, cayó derrotado con blancas por Pillsbury, que castigó contundentemente el débil juego de Lasker en la apertura.
Tras la primera mitad del torneo Pillsbury lideraba la prueba con 6½ puntos sobre 9, seguido de Lasker con 5½, Steinitz 4½ y Chigorin 1½.
Lasker solo había conseguido ½ punto en los tres encuentros con Pillsbury.
Una partida de enorme importancia
Lasker se enfrentó a Pillsbury en la primera ronda de la segunda mitad, una nueva derrota de Lasker habría dado una ventaja casi insalvable a Pillsbury.
Comentamos la partida en la lejana Nota 87, hace casi 20 años, fue la Partida Memorable N.º 15, que no se encuentra en los archivos del diario.
No solo es una partida de gran importancia deportiva, es también una de las obras de arte más bellas de la historia del ajedrez, años después Lasker calificó a esta partida como a la mejor de su carrera.
Por ello la recordamos hoy con correcciones y con algunos comentarios añadidos de mi libro Lasker by move publicado en inglés por la editorial británica Everyman.
Como comentó Kasparov, “Ese día Caissa eligió a Lasker, y como sabemos hoy, la diosa del ajedrez no se equivocó. Su cruel decisión marcó una separación en la vida de ambos jugadores”.
“Lasker, inspirado por esta victoria, ganó el torneo convincentemente. Más tarde ese año ¡aplastó a Steinitz en el match revancha y mantuvo su título por 25 años más! Pillsbury, luego del desastre sufrido, colapsó y perdió cinco partidas de las ocho restantes, ni quiera salió segundo”.
Sobre ese colapso Kasparov también lo aclara: “De acuerdo a ciertas fuentes, fue entonces cuando empezó a mostrar los primeros signos que diez años después lo llevaron a la tumba. Se escribió que un diagnóstico repentino, recibido el mismo día antes de la fatal partida, alteró al joven maestro. En todo caso, él mismo se quejó de fuertes dolores de cabeza, insomnio y neurosis, debido a las cuales sus partidas fueron reprogramadas para días diferentes...”.
La razón del colapso, que Kasparov no nombra, es que al parecer se produjo por contraer sífilis, una enfermedad que solo empezó a tener cura en 1908.
Posiblemente todo amante del ajedrez se pregunte, como Kasparov, “Quién sabe cuán a menudo Harry Nelson Pillsbury recordó ese día traumático en San Petersburgo y las chances que había perdido - chances que habrían cambiado su vida entera y el curso de la historia del ajedrez”.
Finalmente Lasker hizo 11½ puntos sobre 18, seguido de Steinitz, 9½, Pillsbury 8 y Chigorin 7.
Lasker obtuvo una victoria extraordinaria, mostrando una gran superioridad sobre sus rivales, que eran los mejores ajedrecistas del mundo.
No obstante, pronto se le demandó que probara que esa superioridad era algo real y no pasajero, como todavía creían algunos, principalmente el Dr. Siegbert Tarrasch, que en esos años era un detractor de Lasker.
De ello hablaremos en una nota próxima, para no quedarnos con una impresión amarga de Tarrasch, recordemos que él, en el prefacio de uno de sus libros, es el autor de una frase que tanto nos complace a los ajedrecistas, “El ajedrez, como la música, o el amor, tiene la virtud de hacer feliz a la gente”.
GM Zenón Franco Ocampos
Ponteareas, 11 de enero de 2023