En un comunicado HRW insistió en que la FIFA adjudicó en 2010 a Catar la organización del evento, que arrancará el próximo domingo, “sin la debida diligencia en materia de derechos humanos y sin establecer condiciones sobre la protección de los trabajadores migrantes que serían necesarios para construir la enorme infraestructura”.
“La FIFA tampoco examinó las preocupaciones sobre los derechos humanos de los periodistas o la discriminación sistémica que enfrentan las mujeres, las personas LGBTI y otras personas en Catar”, dijo la nota.
Explicó que “debido a que Catar carecía de la infraestructura para la Copa del Mundo, se necesitarían millones de empleados migrantes para construirla y darle servicio, incluidos ocho estadios.
Además, la expansión de un aeropuerto, un nuevo metro, múltiples hoteles y otra infraestructura clave, a un costo estimado en 220.000 millones de dólares”, algo que -apuntó- “la FIFA debería haber reconocido”.
Qatar 2022 y los abusos generalizados
“La FIFA no impuso condiciones estrictas para proteger a los trabajadores y se convirtió en un facilitador complaciente de los abusos generalizados que sufrían los trabajadores, incluidas tarifas de contratación ilegales, robo de salarios, lesiones y muertes”, recalcó.
La ONG también destacó que la FIFA es responsable de “no sólo los trabajadores de los estadios (...), sino también de los empleados que construyen y dan servicio a los proyectos para la preparación y entrega del torneo, incluidos el transporte y el alojamiento, seguridad y limpieza, y el paisajismo”.
HRW pidió que el organismo rector del fútbol mundial “identifique y remedie los abusos de acuerdo con los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos”, dado que “tiene suficientes recursos” para hacerlo, ya que “se espera que Qatar 2022 genere más de 6.000 millones de dólares en ingresos”.
Junto al comunicado, HRW distribuyó una “guía para reporteros”, en la que resume sus preocupaciones sobre los preparativos y la organización de Qatar 2022, y describe problemas más amplios con la protección de los derechos humanos en el país árabe.
La guía también describe las políticas de derechos humanos de la FIFA y cómo ese organismo puede abordar de manera más efectiva las violaciones graves en Catar y mitigar los daños.