Ajedrez por Zenón Franco: Partidas Memorables (197), Mikhail Tal vs. Miguel Najdorf, Bled 1961

Alexander Alekhine consiguió uno de sus éxitos más avasallantes al ganar el torneo de Bled 1931 con 20½ puntos sobre 26, le sacó 5½ puntos de ventaja a Efim Bogoljubow. La única objeción es que boicoteó la participación de José Raúl Capablanca.

1961 Bled Tal  vs. Najdorf
1961 Bled Tal vs. NajdorfFoto Gentileza

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Bled 1961, un torneo grandioso

En 1961 se decidió celebrar en la ciudad entonces yugoeslava de Bled (ahora eslovena) los 30 años de esa proeza organizando un gran torneo con 20 jugadores, se jugó del 3 de septiembre al 3 de octubre.

Los organizadores quisieron que fuera el mejor torneo posible, fueron invitados todos los mejores jugadores del mundo, fue un certamen extraordinario, incluso sin la presencia de los que declinaron participar, como Mikhail Botvinnik, Vassily Smyslov, Samuel Reshevsky y Max Euwe.

En el libro Russians versus Fischer, Petrosian recordó que solo dos años antes se había jugado en Bled la primera etapa del Candidatos.

En 1961 seis de los participantes “estaban de nuevo en el Hotel Toplitz”, Mikhail Tal, que había ganado y luego se había convertido en campeón del mundo y después en excampeón, Paul Keres, Tigran Petrosian, Svetozar Gligoric, Fridrik Olafsson y Bobby Fischer.

El duelo entre Tal y Fischer

Ese año había tenido un comienzo amargo para una de las grandes atracciones del certamen, el 20 de mayo Mikhail Tal se convirtió en excampeón del mundo al perder el match revancha con Mikhail Botvinnik.

Tal dijo que esa derrota no le provocó una crisis en su juego, luego de jugar el Campeonato de Europa por Equipos en Oberhausen, estaba ansioso por demostrar que era todavía el mejor del mundo y volver a desafiar a Botvinnik.

Uno de los obstáculos previsibles para esa meta iba a estar en Bled: Robert Fischer, de 18 años, que tampoco había tenido un buen comienzo de año, pues su match con Reshevsky había terminado antes de lo previsto por diferencias con la organización.

Cuenta Frank Brady que Fischer varió su preparación habitual, que consistía en 5 horas de estudio y jugar partidas rápidas, pues solo tenía tres semanas para prepararse.

Para jugar en Bled hizo un esfuerzo mayor, dejó de responder al teléfono, algunos días se aisló en un hotel y a veces estudiaba hasta 16 horas diarias.

A Fischer le encantaba Yugoeslavia, (fue un amor correspondido) donde era tratado como una súper estrella, le requerían autógrafos, y “la gente se volvía loca cuando les escribía en su propio idioma”, Fischer había aprendido algo de Serbocroata cuando estuvo en 1958 y 1959.

Fischer tenía una enorme fe en sí mismo, Tigran Petrosian comentó que cuando se le preguntó a Fischer por sus expectativas para el torneo y los compromisos siguientes, se limitó a responder que en 1963 iba a escribir un libro sobre su match con Botvinnik.

Desarrollo del torneo

“Al parecer soy muy tradicionalista” comentó Tal en su libro autobiográfico, referido a que muchas veces comenzaba los torneos con una derrota.

“Después de aplazar mi partida con Ivkov [de la 1ª ronda, que terminó ganando], pues lo primero que apareció en la tabla de puntuación junto a mi nombre fue un cero”-

En la segunda ronda, ante Fischer, Tal se equivocó en la apertura y perdió con facilidad.

Esa fue su primera derrota ante Fischer, que provocó dos frases conocidas: “¡Por fin no se me ha escapado!” dijo, exultante, Fischer, “Es difícil jugar contra la teoría de Einstein”, comentó Tal, con un suspiro.

Miguel Najdorf fue el primer líder en solitario al comenzar con 3½ puntos sobre 4, y estuvo en el grupo de cabeza por varias rondas.

En la 6ª ronda Fischer batió a Geller en solo 22 jugadas y recibió una tremenda ovación, en ese momento había cuatro punteros: Tal, Fischer, Petrosian y Najdorf con 4½ puntos.

A partir de la 9ª ronda la lucha por el primer lugar se convirtió cada vez más en un duelo entre Tal y Fischer, ambos lideraban la justa con 6½ puntos.

Fischer se colocó primero sin compañía con 7½ puntos sobre 10 al derrotar a Bertok en una hermosa partida posicional, y la clasificación quedó con el liderazgo de Fischer hasta la 13ª ronda en que pasó a compartir la punta con Tal con 9½ puntos.

Recién tras la 16ª ronda, a falta de solo tres para finalizar, Tal se colocó primero en solitario con 12 puntos, seguido de Fischer con 11½.

Tal comentó que los dos matches con Botvinnik habían sido muy provechosos, junto a partidas muy ofensivas, logró ganar varias partidas estratégicas, “a lo Botvinnik”.

Fischer no pasó del empate ante Najdorf en la 17ª ronda, mientras que Tal venció a Pachman y ya sacó un punto de ventaja, en esa partida las primeras ocho jugadas de Tal fueron movimientos de peones, algo muy poco frecuente.

En la penúltima jornada Tal empató rápidamente con Portisch, esperando que Petrosian frenase a Fischer, lo que parecía muy probable.

En la jugada 27ª de esa partida, en posición igualada, Petrosian ofreció tablas a Fischer, que estaba dispuesto a aceptarlas, pero al ver a Tal cerca, esperando las tablas que casi le asegurarían el primer puesto, las rechazó.

“No porque pensase que las blancas tuviesen ventaja, sino ¡porque no quería darle ese gusto a Tal!”, y curiosamente Petrosian se equivocó gravemente y Fischer derrotó por primera vez a Petrosian y se acercó a medio punto de Tal antes de la última ronda.

La ronda decisiva

En la última ronda Tal jugaba con Najdorf, que fue asesorado en la apertura por Fischer; la noche anterior a la última jornada, con la irreverencia de sus 18 años, Fischer le dijo a Tal: “Perderás mañana con Najdorf. Pero como has jugado bastante bien, no tengo objeciones en que compartamos el primer puesto. Por eso no le voy a ganar a Ivkov”.

Efectivamente Fischer, a pesar de lograr gran ventaja, tuvo que conformarse con tablas luego de 65 jugadas ante Ivkov, pero Tal jugó una línea diferente a la preparada por Fischer y Najdorf, se alejó de la teoría y logró una victoria posicional.

Fischer terminó segundo, pero con el gran mérito de anotarse 3½ puntos contra los cuatro jugadores soviéticos, fue el único invicto del torneo y los pronósticos que lo señalaban como el siguiente campeón del mundo siguieron creciendo.

“Bobby Fischer, el promisorio cantante”

Alejémonos un poco del ajedrez, el siguiente extracto pertenece al libro Bobby Fischer Jugada a jugada y algunas anécdotas de este autor:

“Lajos Portisch, en el libro que ya citamos, My Secrets in the Ruy Lopez, habla en varias ocasiones de Fischer, desde su primer encuentro ante el tablero en Bled 1961 hasta sus charlas más de 30 años después en Budapest, cuando Fischer se quedó por un tiempo en Hungría tras el segundo match con Spassky de 1992.

Portada del libro Jugada a Jugada de Zenón Franco
Portada del libro Jugada a Jugada de Zenón Franco

También se habla de Fischer en el libro Checkmate! The Love Story of Mikhail Tal and Sally Landau, la esposa de Tal conoció a Fischer en el Candidatos de Curazao 1962, Fischer tenía entonces 19 años, tras afirmar que el genio norteamericano vivía en su mundo dedicado únicamente al ajedrez e incapaz de adaptarse a la vida social, Sally comentó: “Fischer debe ser aceptado como es, sin imponerle estándares externos. Debes acostumbrarte a él, y luego descubres un ser humano amable y cálido. Nos caímos bien”.

Sally era una artista, tocaba el piano, cantaba, era actriz, etc., por lo que sabía de música, añadió: “Era un hombre divertido. Un millonario del lugar nos invitó a un restaurante situado en el otro lado de la isla. Fischer se sentó en el coche cerca de mí y prendió la radio. Encontró una estación donde alguien cantaba y de repente empezó a cantar a mi lado muy alto. ¡No tenía oído! ¡Tenía una voz espantosa! Y luego me dijo con toda seriedad. “Si no fuera un ajedrecista tan bueno me hubiera convertido en un gran cantante”.

Es evidente que Fischer estaba convencido de que tenía una voz melodiosa, ¿de dónde vino eso? Tenemos dos testimonios:

En el libro citado, Portisch habla varias veces de Fischer, por ej. escribió: “Nuestro primer encuentro tuvo lugar en Bled 1961... ya desde el comienzo, hubo una cierta simpatía entre nosotros. Una noche tras las partidas fuimos a un night-club, donde Bobby quería cantar (creía que era un hombre genial en todo). Yo tengo formación musical y conocimiento de la técnica del canto desde mi niñez, por lo que le advertí: “Bobby, ¡mejor que no lo hagas!” En mi opinión era ridículo, pero igualmente lo hizo y con gran éxito. Obviamente todos sabían que era el gran Bobby Fischer”.

Volviendo al libro de Sally Landau, allí se reproduce parte de una entrevista a Mikhail Tal en la revista 64, en 1979, cuenta que cuando Fischer era muy joven (posiblemente con 16 años) tarareó algo frente a Smyslov, que era un excelente barítono, y a la vez muy gentil, Smyslov le dijo que era talentoso… Y al parecer Fischer realmente se convenció de que cantaba bien y ya no cambió de opinión.

“Durante el torneo de Bled le hicimos una pequeña broma. Una noche nos reunimos todos en un bar donde tocaba una orquesta acompañando a un cantante. Alguien habló con el presentador y lo escuchamos anunciar, ´¡Damas y caballeros! ¡Vamos a invitar a que nos haga una demostración el increíble ajedrecista y cantante norteamericano Robert James Fischer!”.

“Fischer se sintió avergonzado, pero igualmente tomó el micrófono. Cantó, digamos, idiosincráticamente. No obstante, la audiencia le dio una gran ovación. Luego volvió a su asiento, aceptando las felicitaciones, y se paró en la mesa de Keres. Keres le dijo: Deberías dejar el ajedrez y convertirte en cantante`, a lo que Fischer respondió: ´Sí, lo sé, pero soy demasiado bueno en el ajedrez`.

La opinión de Petrosian sobre el joven Fischer

En Russians versus Fischer se rescató la opinión de Petrosian tras el torneo de Bled: “Se ha escrito mucho en nuestro país sobre Fischer, si bien, por lo general, los escritores se han concentrado en sus excentricidades”.

“Un progreso rápido – así es como podemos resumir los cambios en su juego… En su primera aparición en Europa – en el torneo de Portoroz – Fischer jugó mejor hacia el final del torneo que al comienzo. Ya entonces era un ajedrecista con ideas originales y un estilo propio. Su forma de encarar cualquier posición, sin importar cuántas veces haya sido aprobada antes, era crítica. Fischer absorbió ávidamente el conocimiento ajedrecístico. En el extranjero era conocido como una librería andante”.

“El joven gran maestro tiene confianza en sus fuerzas. No duda de que tendrá éxito – cuando está al principio de un torneo y cuando su posición en el tablero produce recelo. Es conocido que un exceso de autoconfianza ha sido dañino para muchos ajedrecistas talentosos. Pero es igualmente conocido que sin fe en uno mismo no puede haber un avance rápido ni genuinos éxitos en los torneos”.

Las cuatro mejores partidas de Tal en Bled

Tal comentó que al terminar el torneo Najdorf le preguntó cuáles eran sus cuatro mejores partidas, a lo que Tal respondió: “Mis partidas con Olafsson, Ivkov y Parma”, Najdorf protestó “Pero esas son solo tres, ¿cuál es la cuarta?”, a lo que Tal replicó: “Esa sería mi partida de la última ronda contra ti”.

Recordemos esa partida.

GM Zenón Franco Ocampos

Buenos Aires, 5 de octubre de 2022

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