Ajedrez por Zenón Franco: Partidas Memorables (192), Max Euwe vs. Paul Keres, Róterdam 1940

El estoniano Paul Keres (Narva, Imperio ruso, 7 de enero de 1916 - Helsinki, Finlandia, 5 de junio de 1975) es llamado “el campeón sin corona”, es uno de los indiscutibles maestros con fuerza de campeón del mundo.

Keres y Euwe en AVRO 1938 (Foto Revista CHESS)
Keres y Euwe en AVRO 1938 (Foto Revista CHESS)Foto Gentileza

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En la nota 610 nos preguntamos por qué Keres no llegó a ser campeón mundial.

Viktor Korchnoi le comentó a Genna Sosonko que, si Keres hubiera emigrado a Occidente, algo que estuvo a punto de hacer en 1944, hubiera llegado a ser campeón del mundo, comparándolo con su caso, Korchnoi emigró con 45 años, mientras que entonces Keres tenía menos de 30 años.

Sin embargo, la propia esposa de Keres no estaba de acuerdo, consideraba que a Keres le faltaba “instinto asesino”, o, dicho con otras palabras, “Keres no era tan despiadado hacia sí mismo o hacia los demás, como lo era Botvinnik”.

Reshevsky incidió en lo mismo: “Creo que Keres falló en este aspecto porque no tenía instinto asesino. Era demasiado apacible para darlo todo para derrotar a sus oponentes”.

“Tomaba todo, incluso su ajedrez, filosóficamente. Keres es una de las personas más agradables que tuve el placer de conocer. Con su amistosa y sincera sonrisa hacía amigos con facilidad. Era amable. Sí, amaba el ajedrez, pero ser una buena persona era lo primero”.

Torneo AVRO 1938

Retrocedamos a cuando era el aspirante a luchar por el título sin necesidad de medidas drásticas, a cuando triunfó en el torneo AVRO disputado en Holanda del 6 al 27 de noviembre de 1938, que puede equipararse al Torneo de Candidatos actual.

Participaron los ocho mejores jugadores del mundo, a doble ronda: Capablanca, Euwe, Botvinnik, Fine, Flohr, Reshevsky, Keres y también el campeón mundial, Alekhine.

Keres y Fine compartieron el primer lugar, el sistema de desempate, Sonneborn-Berger, favoreció a Keres, quien a los 22 años consiguió su mayor sueño, el derecho de desafiar al campeón del mundo, a un match por el título mundial.

Sin embargo, esa oportunidad no se concretó, “pues Alekhine contestó imponiendo condiciones inaceptables”, señaló Keres.

Una lección provechosa

Keres jugó luego precipitadamente un torneo en la URSS donde, en vez de seguir “el ejemplo de Botvinnik que, con toda razón, desistió de tomar parte del torneo”, comentó el propio Keres, que finalizó en la segunda mitad de la tabla.

“El resultado de este torneo fue amargo para mí, también provechoso”, comentó Keres con su habitual autocrítica.

Jugó solo después de descansar varios meses el torneo de fin de año en Margate, Inglaterra, donde logró el primer puesto con un punto de ventaja sobre Capablanca y Flohr, también participó Miguel Najdorf.

Luego llegó la Olimpiada, o Torneo de la Naciones, que se realizó en Buenos Aires, del 24 de agosto al 19 de septiembre de 1939.

Keres logró la medalla de plata en el primer tablero, (el oro fue para Capablanca) y el equipo estoniano logró un meritorio tercer puesto.

Keres atribuyó su muy buen resultado al descanso que se impuso y al entrenamiento que realizó durante la larga travesía en barco desde Europa a Argentina.

Como es sabido, el 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial, tras la olimpiada muchos maestros se quedaran por un tiempo en Argentina, algunos para siempre, como Najdorf, Frydman, Michel, y varios otros maestros fuertes, mientras que algunos lo hicieron por un tiempo, entre ellos estuvo Keres.

Keres y Najdorf

Del 2 al 19 de octubre Keres disputó en Buenos Aires el torneo organizado por el Círculo de Ajedrez, uno de los clubes más importantes de la capital, donde compartió el primer puesto con Najdorf.

En ese torneo Najdorf derrotó a Keres, tomándose la revancha de la derrota sufrida a principios de año en Margate.

Como curiosidad, es reseñable que Najdorf y Keres compartieron habitación en un hostal durante el torneo.

Es divertido imaginar la difícil convivencia entre dos personas con caracter tan diferentes, el reflexivo y tranquilo Paul Keres opuesto a ese huracán que era Don Miguel Najdorf.

No extraña tanto la broma que hizo Keres durante el viaje en tren de Buenos Aires a Mar del Plata para jugar el Magistral de 1957, con muchos de los participantes.

Najdorf, fiel a su temperamento, reclamaba la atención de todos sus colegas, durante todas las horas del viaje, en un momento Keres le dijo en voz alta a su compatriota Kotov, que estaba casi en la otra punta del vagón, en inglés, para poder ser entendido por todos: “Alexander, ¿cuántos años hace que conoces a Najdorf?”, un sorprendido Kotov respondió, también en inglés, que desde 1946.

Keres lo felicitó por ser afortunado. “Lo mío es muy diferente”, dijo, con un tono apesadumbrado, como si contara una desgracia, “Yo lo conozco desde la Olimpiada de Varsovia de 1935″.

Match Keres – Euwe 1939/40

Poco después del torneo de Buenos Aires, Keres recibió un telegrama de Max Euwe comunicándole que los preparativos para el match entre ambos habían concluído felizmente y que debía empezar a fines de ese 1939.

Keres volvió de inmediato a Estonia y de allí a Ámsterdam para disputar el duelo a 14 partidas, de carácter amistoso, pero cuyo vencedor “adquiría ante los ojos de la masa de ajedrecistas de todo el mundo el derecho moral de desafiar al campeón mundial, Alekhine”, comentó Keres.

Un viaje complicado

Como escribió el estoniano Joosep Grents en chess24.com, Keres tuvo problemas para llegar de Estonia a Holanda por la guerra.

La idea inicial de Keres era viajar por tren desde Tallin a Ámsterdam, pero tuvo innumerables dificultades para conseguir visados para los países que debía atravesar.

Decidió ir entonces por ferry vía Estocolmo, pero el ferry tenía sobreventa de pasajes.

Estaba a punto de mandar un telegrama a Euwe para decirle que el match debía cancelarse, cuando pudo unirse a un vuelo privado de gente de Riga para el trayecto de Estocolmo a Ámsterdam.

Desarrollo del match

El match, como había ocurrido con el torneo AVRO de 1938, se disputó en varias ciudades, Ámsterdam, Utrecht, La Haya, Róterdam e Hilversum durante tres semanas, comenzó el 24 de diciembre de 1939 y terminó el 14 de enero de 1940.

Las dos primeras partidas terminaron tablas. Euwe ganó la tercera en buen estilo, y también la cuarta, donde Keres arriesgó en exceso.

El resultado era de 3 a 1 pero Keres se recuperó, tras ganar la quinta y la sexta partida.

En la séptima partida Keres perdió una pieza en un grueso error, y el score quedó 4 a 3 a favor de Euwe.

“Sin embargo, la suerte del encuentro se definió en las tres partidas subsiguientes”, comentó Keres, que ganó la octava tras introducir una mejora en una variante que había sido empleada en el match por el título mundial Euwe vs Alekhine.

También ganó la novena, una excelente producción, que es la que recordamos hoy, y por primera vez Keres tomó la delantera, 5 a 4, Euwe jugó débilmente la partida siguiente, el match se puso 6 a 4.

Euwe ganó en buen estilo la undécima partida, el 7 de enero, el día del cumpleaños de Keres.

Keres volvió a ganar la partida número 12, en solo 23 jugadas, y con el empate en la siguiente partida logró 7½ puntos tras 13 partidas y ganó anticipcipadamente el match.

Euwe se impuso en la última partida del duelo con lo que Keres finalmente venció por 7½ a 6½, “logrando de esta manera una valiosa victoria en mi camino hacia el campeonato mundial”, comentó Keres.

Pero la ampliación de la guerra en Europa redujo las probabilidades de un encuentro por el título mundial casi a cero.

Evaluación de Euwe

El excampeón del mundo Max Euwe, entonces con 38 años, fue muy generoso en su evaluación de la fuerza de Paul Keres (que cumplió 24 años durante el match): “Su juego es imponente y versátil, No importa qué clase de posición esté frente a él, si es de la apertura, el medio juego o el final – su tratamiento de la posición es siempre magistral”.

“La partida 6 es un excelente ejemplo de juego posicional; la gran movilidad fue pronto convertida, sin piedad, en un triunfo. El sacrificio posicional en la partida 9 confirma the insuperable superioridad combinativa de Keres, y su técnica en el final de la partida 5 no tiene antídoto”.

Sobre los puntos débiles de Keres comentó: “Su evaluación posicional es a veces demasiado optimista, no se prepara adecuadamente para las aperturas y falla en los análisis de las partidas aplazadas, le falta profundidad”.

Luego añadió: “No obstante, estos son la clase de defectos que desaparecerán con el tiempo, por lo que en cinco o diez años Keres puede ser totalmente imbatible”.

En 1970 admitió que no era posible entonces prever las huellas que dejaría la guerra en la carrera ajedrecística de Keres.

Tuve el inmenso honor de escribir un libro sobre las partidas de Keres justamente el año del centenario de su nacimiento.

Veamos la partida más hermosa del duelo con comentarios de Keres de su magnífico libro El ajedrez como yo lo juego y de mi libro Keres Move by move.

GM Zenón Franco Ocampos

Ponteareas, 24 de agosto de 2022

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