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Este contacto con los ajedrecistas aficionados de Paraguay (y más lugares) ocupa un lugar primordial en mí desde 2001.
La frase del título se atribuye a Fray Luis de León (1527 o 1528 - 1591) en el siglo XVI, aunque al parecer no la dijo, sí lo hizo cuatro siglos después el filósofo salmantino Miguel de Unamuno (1864 -1936).
Las tristes circunstancias de ambos tenían cierta similitud.
Claro que esos escenarios no se aplican a esta columna, sino a la intención de considerar que esta es la continuación de la publicación anterior, restando importancia al tiempo pasado desde entonces.
La nota 611 se publicó en octubre de 2016, esta es la nota 612.
La columna tendrá notas sobre actualidad y conservará las mismas secciones que antes, “Galería de maestros”, “Aficionados ilustres” y “Partidas memorables”, quizás agreguemos alguna sección más.
También recuperamos la inclusión de un problema, cuya solución se verá en la columna de la semana siguiente.
Agradezco a la empresa Roggio que este sueño vuelva a hacerse realidad, naturalmente a ABC Color, y también a Gabriel Cazenave, que era el Jefe de Deportes durante toda la etapa anterior, por su participación en este proceso.
Torneos Internacionales en Paraguay
Cuando tuve la confirmación de que nuestra columna se reanudaba llegó la difícil tarea de cuál sería el tema de esta publicación.
Pasaron tantas cosas en estos seis años que me resultó imposible elegir, lo más inmediato es el Torneo de Candidatos que finalizó ayer en Madrid y que será el tema de la próxima nota.
Me decidí por un torneo que no conocía, muy alejado en el tiempo, el II Torneo Internacional de Asunción, disputado en 1944.
Claro que recordaba el torneo de 1960 organizado por el Club Par de Alfiles, en que se impuso el yugoeslavo Svetozar Gligoric, y creía, erróneamente que este había sido el primer torneo internacional fuerte disputado en Paraguay.
En realidad, anteriormente se disputaron dos torneos internacionales de importancia.
En el I Torneo Internacional de Asunción, que se disputó en 1937, se impuso el maestro argentino Virgilio Fenoglio.
Lea más: Despedida
Ajedrez y Peronismo 1944/1945
Ese es el título de la magnífica obra del maestro argentino Juan Sebastián Morgado publicado en 2021, le siguieron dos tomos más, que cubren los años 1946 y 1947.
La voluminosa obra tiene 540 páginas, de un tamaño muy superior al habitual, como es costumbre en la obra de Morgado.
El título puede inducir a pensar que es un libro con grandes connotaciones políticas, no es así, se habla de política, pero el contenido del libro se refiere fundamentalmente a la actividad ajedrecística en Argentina durante esa época.
De hecho, el subtítulo, “Ajedrez durante el primer peronismo”, ya apunta hacia ese enfoque.
El libro ofrece un magnífico recorrido sobre la intensa actividad ajedrecística argentina en esos años, en la que se disputaban torneos internacionales de relevancia.
El protagonista principal de esos años era Miguel Najdorf, que todavía representaba a Polonia.
Fue en esos años, compitiendo en Argentina, en que el progreso de Najdorf fue pronunciado, hasta convertirse, a fines de esa década, en el 2 del mundo según chessmetrics.com.
Es un placer ver el eco que tenía el ajedrez en la prensa argentina, con crónicas diarias en los diarios más importantes del país, hay muchos recortes de prensa, fotos y partidas muy poco conocidas, que no están en las bases de datos.
Se habla también de las actuaciones de los maestros argentinos en el exterior.
II Torneo Internacional de Asunción
El capítulo 14 del libro trata sobre el II Torneo Internacional de Asunción, jugado del 6 al 23 de agosto de 1944, en los salones de la Sociedad España.
Como señaló la prensa, “Asociándose a los festejos del aniversario de la fundación de la ciudad de Asunción del Paraguay, que se celebra el 15 de agosto, la CD del Club Paraguayo [Círculo Paraguayo], presidida por el doctor Luis O. Boettner organizó un gran torneo de ajedrez”.
La lista original de participantes incluyó a los paraguayos Carlos Almeida, Ernesto Staedecker y Ernesto Espínola, los argentinos Herman Pilnik, Héctor Rossetto, Carlos Guimard y Virgilio Fenoglio, los uruguayos Arturo Liebstein y Alfredo Olivera, y el letón Movsa Feigins, que estaba radicado en Asunción, y representó a Paraguay.
Feigins fue uno de los tantos maestros europeos que se quedó en Sudamérica tras la olimpiada de Buenos Aires 1939.
Se esperó hasta último momento la llegada de maestros brasileños, al no llegar a tiempo fueron incluidos el argentino Iván de los Ríos y los paraguayos Américo Laszlo y Rafael Céspedes hasta completar los 14 participantes.
Es notable que en las revistas y diarios argentinos Iván de los Ríos sea citado como paraguayo; hace más de 20 años se lo pregunté a Ronald Cantero, me confirmó que era argentino.
El presidente de la república, General Higinio Morínigo donó la copa “Presidente de la República” para el vencedor.
Según se relata en el diario argentino El Mundo, del 21 de agosto de 1944, los jugadores argentinos fueron enviados por “La FADA, con la desinteresada colaboración del Jockey Club de La Plata… y de la Federación de Ajedrez de Nueve de Julio… Los viajeros se trasladaron en el Ciudad de Corrientes, y fueron despedidos por un grupo de dirigentes de la FADA presididos por Carlos Querencio, periodistas y numerosos aficionados”.
Sobre la importancia concedida al torneo en Asunción, se cuenta: “Al acto inaugural concurrieron el intendente municipal doctor Aurelio Perazzo, el embajador argentino, doctor Luis S. Castiñeiras - quien donó un premio a la mejor partida-, el embajador uruguayo, Alfredo Carbonell Debali, y el agregado militar argentino, coronel Ávalos”.
Triunfo de Herman Pilnik
Se tuvo que esperar hasta la última ronda para conocer el desenlace del II Torneo Internacional de Asunción, finalmente la victoria correspondió a Herman Pilnik, con 10½ puntos sobre 13, aventajando en media unidad a sus compatriotas Carlos Maderna y Héctor Rossetto.
Más atrás quedaron Alfredo Olivera con 8½ puntos, superando a Carlos Guimard y Virgilio Fenoglio con 8, etc.
Tras las primeras ocho jornadas el uruguayo Olivera, en gran actuación, iba empatado en el primer lugar con Pilnik, pero no pudo mantener el ritmo en las rondas finales
A partir de la sexta ronda Pilnik estuvo siempre en cabeza, la mayoría de las veces en solitario.
A la última ronda se llegó con Pilnik en primer lugar con 10 puntos, seguido de Rossetto y Maderna con 9½.
Los duelos que afectaban al primer lugar eran Maderna (9½) - Espínola (3½), Olivera (8) - Pilnik (10) y Rossetto (9½) - De los Ríos (6).
Los dos escoltas jugaban con blancas y eran favoritos, en especial Maderna, pero no pudieron pasar del empate.
Olivera aceptó una oferta de tablas de Pilnik teniendo una posición muy ventajosa, perjudicando teóricamente a Rossetto y Maderna.
Es verdad que con la victoria igualmente iba a quedar cuarto, mientras que si perdía iba a compartir ese puesto con Guimard y Fenoglio.
El único de los aspirantes que nunca luchó por el primer lugar fue Guimard, es muy probable que le haya afectado lo sucedido en la quinta ronda.