Según ha explicado el club vallisoletano a través de su web, en su 94 aniversario, el Real Valladolid ha querido celebrar su trayectoria mostrando su deseo de evolución "reflejo de una nueva era", en la que se ha buscado "volver al origen para mostrar al Real Valladolid de siempre como nunca antes".
El proceso de este cambio, que ha suscitado una gran polémica en las redes sociales con una abrumadora mayoría de opiniones en contra del nuevo y "minimalista" escudo del Real Valladolid, se ha extendido durante "tres años", en los que se ha realizado "una profunda investigación para asentar las bases y proyectar la identidad del Real Valladolid hacia el futuro".
Tal y como detallan, "se habló con miembros del equipo, historiadores y abonados para escuchar su punto de vista sobre el pasado y el futuro del club, se analizó documentación histórica, registros fotográficos, materiales oficiales y no oficiales para conocer en detalle la historia de la entidad".
La premisa para llevar a cabo el cambio fue "respetar la esencia e impulsar el porvenir", de ahí que el nuevo escudo se haya inspirado en el de 1928, reforzando los elementos clave del Real Valladolid: los colores, las llamas y la corona, para ganar en "reconocimiento, impacto y presencia de sus colores principales".
Lo cierto es que, desde la entidad, se ha tratado de justificar el cambio del escudo haciendo valer que es "más blanquivioleta que nunca", pero dichas explicaciones no le han servido a los aficionados, que han mostrado su disconformidad a través de las redes sociales, sobre todo, en twitter.
Aunque se mantienen las icónicas llamas, que hacen referencia al incendio ocurrido en Valladolid en 1561, y que también recoge el escudo de la ciudad, se han potenciado con un diseño "más claro y dinámico" con el que se pretende "mejorar considerablemente su visibilidad".
También se han actualizado las siglas que siempre estuvieron dentro del escudo (RV), entrelazándolas entre sí, con una “V” inspirada en la forma característica que tenía en el escudo fundacional, además de servir como punto de partida para todo el universo visual.
Asimismo, "poniendo en valor la calidad y tradición histórica que ha tenido la imprenta de la ciudad se ha creado la “Pucela Font” de la mano del tipógrafo vallisoletano Carlos de Miguel, a partir del estudio de materiales impresos y de los carteles históricos de la ciudad".
"Origen y futuro son la base estratégica que nos ha llevado a hacer este cambio. Respetando lo que fuimos y lo que somos para llevar al Real Valladolid aún más lejos" es la frase con la que, desde el club, finalizan su argumentación respecto al cambio de escudo, que elimina la laureada, un elemento que ya había suscitado controversia entre los seguidores blanquivioletas, puesto que estaba considerado como un símbolo franquista.
En realidad, la "laureada de San Fernando" fue creada más de cien años antes del franquismo, como símbolo militar vinculado al honor, y ha sido uno de los elementos que más enriquecían el escudo, que se queda con las franjas blanquivioletas, una corona real muy simplificada y las llamas rojas y amarillas, en consonancia con los colores de España.
Entre otros comentarios, se puede leer, respecto al nuevo escudo: "Es una vergüenza"; "será para ahorrarse dinero"; "habéis hecho mucho daño con este cambio"; "deberíais explicar por qué se ha quitado la laureada y los castillos", "no se puede hacer algo más soso", "es una forma de no volver a comprar merchandising del club" o "parece el dibujo de un niño de dos años".
Y aunque también hay alguna voz disonante en este aspecto, que valora y considera positivo el cambio y la eliminación de la "laureada", la polémica está servida y el enfado de los seguidores blanquivioletas ha quedado más que constatado y han incluido referencias al alcalde de Valladolid, Óscar Puente y al presidente del Real Valladolid, Ronaldo Nazário.