Tras perder contra el ruso Karen Khachanov en semifinales y saber después que el bronce se lo jugaría contra Djokovic, “nunca dejé de creer en que podía ganar la medalla”, aseguró en conferencia de prensa Carreño, que había hecho de Tokio-2020 una prioridad esta temporada.
“Para mí estar en unos Juegos era algo muy importante. No tuve la opción de estar en Rio (por ranking) y desde entonces deseaba como un loco participar en unos Juegos Olímpicos. Una medalla de bronce es un sueño hecho realidad”, aseguró.
Ante un irreconocible Djokovic, Carreño se impuso por 6-4, 6-7 (6/8) y 6-3 para lograr la 13ª medalla del tenis español en unos Juegos Olímpicos y la cuarta en el torneo individual masculino tras las ganadas por Jordi Arrese (plata e 1992), Sergi Bruguera (plata en 1996) y Rafael Nadal (oro en 2008).
Afectado aún por la sorprendente derrota de la víspera contra Alexander Zverev (perdiendo ocho juegos consecutivos cuando tenía el partido encarrilado en el segundo set), por el cansancio (era su 9º partido en una semana, contando el dobles mixto, y el 7º en apenas 72 horas) y por el sol abrasador a primera hora de la tarde, Djokovic comenzó el partido irreconocible: incapaz de meter primeros servicios (solo un 40%) y diez errores no forzados en el primer set.
Con esos números es casi imposible ganar a este nivel y, lógicamente, Carreño lo aprovechó para apuntarse la primera manga, sin hacer tampoco un juego extraordinario, ya que con devolver la pelota y esperar el fallo del serbio tenía suficiente en muchos momentos para ganar el punto.
En el segundo set, Djokovic mejoró su servicio y eso le permitió igualar el partido y estar a dos bolas de forzar el tercer set (0-30 con 5-4 a favor), pero Carreño reaccionó y llevó el desenlace al ‘tie break’, donde contaría además con un ‘match ball’, pero lo dejó escapar y el serbio no perdonó para igualar el partido.
Pese a ganar el set, Djokovic seguía sin jugar a su nivel y cuando Carreño le quebró el servicio y se colocó 3-0 en el tercer set, el temperamento del serbio le volvió a jugar una mala pasada: primero lanzó su raqueta a la grada (vacía) tras no llegar a una pelota y después destrozó la raqueta después de perder un juego contra el poste de la red.
Casi se repite el incidente del US Open
Hay que recordar que el año pasado en octavos de final del US Open, Djokovic ya fue descalificado por pegar un pelotazo a una jueza de silla en un partido contra Carreño, que era la única victoria que tenía en cinco enfrentamientos frente a Djokovic.
Con confianza tras encontrarse por delante en el marcador en el tercer set, Carreño jugó su mejor tenis, con golpes profundos a las líneas y moviendo al serbio de un lado a otro de la pista hasta agotarlo y llevarse la ansiada medalla después de realizar un soberbio torneo, en el que ha ganado a los dos primeros de la clasificación mundial, Djokovic y el ruso Daniil Medvedev (en cuartos) y solo perdió en semifinales contra el también ruso Karen Khachanov.
Es la segunda derrota consecutiva para un Djokovic que parecía imbatible esta temporada y que buscaba seguir aspirando al Golden Slam con un oro en Tokio, pero se marchará de la capital nipona sin metal, ya que poco después de su derrota la organización del torneo anunció la baja para el partido por el bronce del doble mixto, que tenía que disputar este sábado con su compatriota Nina Stojanovic contra los australianos Ashleigh Barty y John Peers.
“Lamento no haber podido ganar una medalla para mi país. Ni ayer ni hoy pude dar mi nivel de tenis. Estoy agotado física y mentalmente, pero por supuesto que no me arrepiento de haber venido a los Juegos”, explicó el serbio antes de anunciarse su renuncia al mixto.