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No hay rival: el próximo marzo, en la ciudad de Atenas, Thomas Bach será reelegido presidente del Comité Olímpico Internacional (COI). La nueva elección del alemán serán sin oposición, con el espaldarazo posiblemente unánime de la asamblea del organismo para que complete los últimos cuatro años al frente del cargo. El COI anunció este martes que, vencido el plazo de admisión de candidaturas, solo recibió la del abogado, que mencionó el 17 de julio la intención de seguir.
La Carta Olímpica establece para los presidentes un primer mandato de ocho años que será renovado con un segundo y último de cuatro. Bach, nacido en Wurzburgo en 1953, arrancó como titular en 2013 y ampliará el mandato hasta 2025. La ausencia de otros candidatos era tan previsible como imprevisible fue la primera parte de esta presidencia, en la que el directivo tuvo que recuperar la cintura de los años de esgrimista para evitar el ‘tocado’ de unos adversarios inesperados.
El principal fue la pandemia de coronavirus que, por primera vez en la historia, obligó a aplazar unos Juegos Olímpicos. Tokio 2020 (sigue con la denominación original) será en 2021. Bach acordó con el gobierno japonés posponer los JJOO el 24 de marzo. El coste deportivo y económico para los organizadores, atletas, patrocinadores y aficionados no fue publicado, pero cabe atribuir al mandamás el mérito de mantener alta la moral de la familia olímpica e insistir con el evento.