Esas disciplinas fueron trasladadas de Tokio a Sapporo para ahorrar a los atletas los riesgos de las altas temperaturas de la capital japonesa. Asegurar que los apartamentos de la Villa Olímpica, que iban a comenzar a entregarse a sus nuevos dueños a partir de septiembre, sigan estando disponibles para los Juegos “es ahora una prioridad, algo que sin duda figura en la lista de cosas urgentes” del COI y los organizadores.
Estos detalles fueron comentados este jueves en teleconferencia de prensa por cuatro de los directores del COI, que intentaron profundizar en las implicaciones del cambio de fecha de los Juegos. Sin embargo, pocos datos concretos pudieron ofrecer porque “aún es pronto para dar respuesta” a la mayoría de las preguntas que suscita el nuevo escenario.
El suizo Christophe Dubi, director ejecutivo de los Juegos Olímpicos; el australiano Kit McConnell, director de Deportes; el británico James MacLeod, director de relaciones con los comités olímpicos nacionales y de Solidaridad Olímpica; y el finlandés Timo Lumme, director de televisión y mercadotecnia, coincidieron en que lo importante es tener ya la nueva fecha y que los ajustes se harán progresivamente, según la urgencia que requieran.
“Es realmente prematuro hablar de los gastos que genera el aplazamiento”, dijo Dubi, preguntado por los sobrecostes. “Las cifras son ahora especulaciones. Estamos moviendo muchas piezas. Pero los ingresos son muy altos y es algo en lo que podemos confiar”. Respecto a las sedes deportivas, apuntó que las que plantearán más problemas son las que tienen habitualmente un uso no deportivo, por ejemplo los centros de congresos, “que tienen su propio calendario de eventos”. Las negociaciones, dijo, ya están en marcha.
Dubi recordó que hoy en día se pueden hacer “milagros” con instalaciones de uso temporal. Kit McConnell confirmó que los deportistas que tengan su plaza asegurada la conservan, pero que los comités olímpicos nacionales “mantienen siempre el derecho de elegir” quiénes son los inscritos en los Juegos porque son los responsables últimos de aprobar el equipo participante.
La posibilidad de que la FIFA permita disputar los Juegos a los futbolistas sub-23 que dejen de serlo en el transcurso de este año; la opción de que la federación de boxeo (AIBA), ahora inhabilitada, recupere sus funciones en este año de margen hasta los Juegos; la continuidad como miembros del COI de los deportistas que acababan su mandato coincidiendo con Tokio 2020; y la celebración este año de la Sesión o asamblea del COI son algunos de los aspectos que los directores del COI aseguraron que aún no están cerrados y sobre los que avanzarán en las próximas semanas.