El árbol no surgió en ese punto histórico del fútbol chileno de forma espontánea, sino que es parte de una acción de arte del diseñador chileno Sebastián Errázuriz, quien lo plantó con "la complicidad" de los encargados del Estadio, que es de propiedad fiscal.

Además de Errázuriz, la iniciativa corresponde a la Fundación "Alter Ego", que ayuda a niños con parálisis cerebral, a cuyo beneficio se destinarán los fondos que se recauden.

De este modo, todo el que lo desee podrá visitar y admirar el magnolio hasta el próximo domingo, cuando los integrantes de la selección chilena que jugó el Mundial de Francia ’98 jugarán un partido contra una selección chilena "de todos los tiempos", también a beneficio de la citada Fundación.

SE JUGARA UN PARTIDO

De este modo, se espera que Marcelo Salas, José Luis Sierra, Fabián Estay, Nelson Tapia, Francisco Rojas, Javier Margas, Pedro Reyes y eventualmente Iván Zamorano harán evoluciones con el balón en torno al magnolio, que solo será retirado al término del encuentro.

"Es anecdótico jugar con un árbol en medio, pero trataremos de sortearlo de alguna forma... Más de alguno se verá identificado con ese tronco al medio", comentó el defensa Pedro Reyes.

"No me considero un tronco, pero quizás mis compañeros sí... trataré ser diferente a lo que se verá en la mitad de la cancha", añadió.

Según Mario Pérez, administrador del estadio, se tomaron todas las medidas para evitar que la cancha sea dañada por el enorme magnolio que la adornará por unos días.

OTRA ACCION DE ARTE

Sebastián Errázuriz llamó la atención pública con otra "acción de arte" hace dos años, cuando instaló en la azotea de un céntrico edificio de Santiago una vaca con su establo y un cuidador que la ordeñaba todos los días.

Explicó a los periodistas que eligió el magnolio porque "necesitábamos que el elegido fuese uno que simbolizara el típico árbol que dibuja un niño en el colegio... redondo y casi con manzanas pintadas".

"Tenía que ser un árbol que no pierda sus hojas en esta época del año (otoño en Chile) y después se quedará en el Estadio Nacional, en un espacio de honor, con una placa. El magnolio es el que mejor funcionaba en esta ecuación", precisó. Agregó que "a los niños les servirá para creer que nada es imposible".