Una dura decisión adoptó ayer a la mañana Julio González Ferreira, cuando al ser sometido a las curaciones de las heridas de su brazo izquierdo gravemente dañado en el accidente automovilístico, una de las principales arterias reventó originando una hemorragia grave. La situación hizo que los médicos planteasen al futbolista la amputación del brazo a lo que Julio respondió de manera afirmativa.

"De inmediato me avisaron a mí, que estaba de guardia junto a él. No había otra opción, la hemorragia era importante y había que tomar la decisión para así evitar riesgos", señaló desde Padua, Italia, en contacto con ABC Color, don Celso González, padre de Julio que se encuentra junto a su hijo desde el día posterior al accidente, ocurrido el 22 de diciembre último en la carretera que une Vicenza con Venecia.

"No hay que llorar sobre la leche derramada. Seguramente Dios y el destino le deparan otras cosas en su vida. Terminó la preocupación, porque se tenía que seguir remendando el brazo que estaba muy dañado, lo que implicaba estar con el Jesús en la boca, no sabiendo si en el día iba a estar bien o mal, sin o con fiebre", agregó don Celso.

Explicó que la decisión fue asumida con tranquilidad y añadió: "Es una arteria que había sido reparada, el brazo quedó muy dañado, con músculos y tejidos destruidos. Trataron de reconstruir de acuerdo a lo que se pudo. Pero la arteria reventó y se desangró el brazo inmóvil".

Comentó que la situación pudo haberse presentado más complicada si la hemorragia se producía de noche, pues Julio podía no percatarse, debido a que no sentía el brazo.

Al adoptarse la decisión de amputar el brazo, Julio ingresó a sala de operaciones para el efecto, en una cirugía que duró un par de horas. Anoche, seguía en terapia intensiva, pero con cuadro estable.

Acompañan permanentemente a Julio, su padre Celso, su esposa María Lourdes Rolón y la madre de ella María Fátima Samaniego.

Finalmente, don Celso resaltó el muy buen estado anímico de su hijo: "Es increíble cómo afronta la situación, siempre demuestra una fortaleza notable, no borra la sonrisa de su rostro", sostuvo e igualmente valoró la atención que le dispensa la directiva del Vicenza, club de Julio González.

EL GRAVE ACCIDENTE

El accidente que sufrió Julio González se produjo el 22 de diciembre último cuando, en las primeras horas de la mañana, iba junto a su compañero de equipo, el argentino Gerardo Grighini, rumbo al aeropuerto de Venecia para que este abordara el vuelo a Buenos Aires. La camioneta era conducida por Julio y, tras colisionar con dos camiones, quedó como lo muestra la foto de la derecha.