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Definitivamente la jornada de ayer fue extremadamente extensa para todos. Se disputaron ocho pruebas especiales bajo el reloj sin asistencia en el Parque de Servicio y con una sola posibilidad de cambio de neumáticos en el ecuador de la carrera.
A eso hay que sumarle la intensa humedad y las altas temperaturas que finalmente marcaron la etapa, a pesar de que en los días previos hubo lluvia, neblina y hasta, incluso, barro en algunos sectores.
No obstante, los pilotos paraguayos tuvieron un gran destaque ayer, arrancando por Diego Domínguez Bejarano, quien junto a Rogelio Peñate en el Ford Fiesta Rally3 Evo, logró reponerse luego de haber perdido, en la PE 5, más de 20 segundos con relación a la punta –alegando tener problemas con la temperatura de su auto–, y quedó como líder de la categoría WRC3, con un tiempo total acumulado de 1:36:53.3; haciéndole 6,8 segundos al boliviano Bruno Bulacia y 55,6 al francés Mattéo Chatillón, segundo y tercero, respectivamente.
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Diego se mantuvo durante casi todo el día como segundo en el clasificador, hasta que sufrió el citado inconveniente, pero al final consiguió remontar marcando inclusive dos “scratch” (PE 7 y 9), y con esa efectividad apunta directamente al triunfo.
En lo que respecta a Fau Zaldívar, fue bastante lineal con Marcelo Der Ohannesian en la butaca derecha del Škoda Fabia RS Rally2, y se posicionó entre los mejores de la WRC2 Challenger, quedando clasificado en el quinto lugar –a 34,7 del líder, el español Jan Solans (Toyota GR Yaris Rally2)– entre 26 competidores que cruzaron la meta después de una etapa con varios accidentes y abandonos, además de una prueba especial levantada.
Entre los Rally1, el actual campeón del WRC, Kalle Rovanperä, del Toyota Gazoo Racing, salió victorioso ayer sobre sus compañeros de equipo Sébastien Ogier y Takamoto Katsuta, a quienes le hizo 1 y 4,7 segundos de diferencia.
La Etapa 2 de hoy será más larga aún y tendrá un poco más de 145 km, con 9 PE y el tramo de Amarante, de 37,2 km (a dos vueltas), que será el más desafiante.