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El italiano domó a la perfección el trazado ondulado del Red Bull Ring para imponerse al término de las 14 vueltas de la carrera esprint.
Liderando de principio a fin, terminó con una ventaja de dos segundos sobre el sudafricano Brad Binder, de KTM, que se mantuvo pegado a Bagnaia la primera mitad de la prueba, antes de distanciarse de manera irremediable.
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Al final de la competencia, el ganador, nacido en Turín, expresó lo siguiente: “Tuve una buena salida, fue duro, pero logré permanecer adelante y después empujé mucho para aumentar la diferencia porque sabía del potencial de las KTM. Nuestro ritmo fue muy bueno. Estoy muy contento con el resultado, pero mañana –hoy en el Gran Premio de Austria– será otra historia”, terminó.