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El piloto catarí, que goza de gran popularidad en el inmenso universo del motor y especialmente en el mundo del rally, se ha recategorizado para convertirse ahora en el segundo piloto más ganador de esta competencia en coches, por detrás del denominado “Monsieur Dakar”, Stéphane Peterhansel, quien obtuvo la nada despreciable cantidad de ocho victorias. Eso sí, al tener en cuenta sus triunfos en motos, su récord se vuelve inalcanzable, pues posee catorce “Touareg”, en el historial.
La etapa de ayer, la número catorce, que unió la localidad de Al-Hofuf con Damman, después de 136 kilómetros de especial, no tuvo nada fuera de lo corriente que comentar ya que no se dieron incidencias en él, más que la dosificación del ganador por la enorme diferencia que mantenía antes de la largada de casi 1h 30m, y la misma actitud del nueve veces ganador del WRC, el francés Sébastien Loeb, quien tampoco volvió a buscar la etapa, pues era hora de aflojar para ser segundo en una carrera en la que acarreó más puntos que el ganador por las reglamentaciones del Campeonato Mundial de Rally Raid, que establece puntos extras por triunfos de etapa.
El francés ganó siete etapas, de los cuales seis fueron en forma consecutiva.
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De esa manera, el ganador de la etapa, aunque sin pena ni gloria, fue el francés Guerlain Chicherit, quien despojó de ese logro al piloto sueco Mattias Ekström, único sobreviviente con el Audi RS Q e-trom E2, que terminó un Rally Dakar sin obtener la satisfacción de ganar al menos una etapa, salvo la victoria en el prólogo, cuyo tiempo sirvió solamente para ordenar la grilla de partida en el inicio de ésta edición.
La clasificación final fue la siguiente: 1° Al-Attiyah/Baumel, 45h 03m 15s, 2° Loeb/Lurquin a 1h 20m 40s y 3° Moraes/Gottschalk a 1h 38m 31s, respectivamente.