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Andrea Lafarja será la representante de Paraguay en el Dakar 2023. Estará acompañada por un joven navegante y de buena experiencia; Ashley García, proveniente del automovilismo peruano que expondrá lo que sabe para sustituir al bueno de “Pachu” Arrieta que compitió varios años en la butaca derecha de la chica Puma.
Este año, la paraguaya volverá a tener como compañero de equipo a Juan Manuel “El Pato” Silva de Argentina, al que se sumará Francisco Arredondo de Guatemala que competirá en Motos.
En el caso del argentino, este lo hará con un UTV Can Am Maverick X3 del FN Speed, Andrea con un Toyota Hilux T1+ (con motor V8, pero con las nuevas normativas de la máxima categoría) compitiendo bajo la estructura del equipo belga Overdrive Racing, dirigido por Jean-Marc Fortín, recordado copiloto que ahora hace de director general en los cuarteles del Overdrive.
Sin dudas, unos de los equipos más prestigiosos del mundo, mientras que Arredondo acelerará una KTM 450 Rally del VAS Team.
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Andrea Lafarja viene de dos Dakar muy complicados; en el Sudamérica, dentro de todo había sido su prueba de estreno y el resultado la había alentado a esforzarse un poco más para alcanzar los títulos que comenzaron a llegar. Aquel fue un gran año (2019) y a su visibilidad en el Dakar se sumaron un triunfo en la clase de producción en el Transchaco Rally, amen de los campeonatos del Cross Country Nacional y Sudamericano que le hicieron de soporte para emprender proyectos aún más grandes.
Este año, las cosas comenzaron a complicarse muy temprano y la verdad es que la estructura del equipo Wevers no la acompañó para alcanzar su mejor performance, pues tuvo etapas muy complicadas, casi siempre por problemas ajenos a la tripulación que sin embargo la llevaron a completar una faena que finalmente la catapultó en busca de un desquite definitivo que, precisamente ahora, lo va a buscar en el Dakar 2023 en el que competirá con elementos que sí pueden reflejar sus reales condiciones y podrían darles las herramientas para mantenerse en posiciones de relevancia.
Ahora, llevará bajo el pie derecho unos 350 hp de potencia, los que deberá administrar durante catorce etapas que tiene como principal anuncio previo que será una de las ediciones más difíciles de los últimos tiempos, con una segunda semana bastante dura cuando las fuerzas habrán mermado y la actitud mezclada con la fortaleza física y psicológica, será fundamental para alcanzar la meta.
Todo esto estará metido en las maletas de Lafarja, que ahora se apresta a realizar su mejor esfuerzo para alcanzar su más alta performance y de esa manera cerrar una etapa de su carrera deportiva en el evento que le dio tantas satisfacciones como reconocimientos de los aficionados que de seguro, estarán pendientes de ella en las dos primeras semanas del año.
“CAMELLOS DE FUERZA”
Hoy por fin después de 37 horas de viaje y tras transitar los aeropuertos de Sao Paulo, Madrid, Estambul, Damman y Yanbu y tras unos 15.000 kilómetros de recorrido, llegamos a la que hoy es la capital del Dakar; Yanbu. Temperatura a las 14:00, 22 grados, a la noche 11 grados.
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Yanbu es una pequeña ciudad al noroeste de Arabia Saudita que no difiere mucho en lo que tiene que ver con su aspecto con ciudad parecidas como Jeddah, por ejemplo. Es un lugar árido a orillas del Mar Rojo, que goza de un clima esplendido todo el año y es un gran destino turístico de la región que lo tiene muy presente. En la ciudad hay poco clima Dakar, ya que el Sea Camp (denominación del primer vivac de la carrera) se encuentra a unos ochenta kilómetros de la misma.
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Para llegar al bivouac se transita aproximadamente una hora de viaje por una carretera que va cortando el árido paisaje de la zona y no resalta por tener mucho tráfico, aunque en el momento de arribar al vivac, el embotellamiento fue muy extenso, sobretodo en la mañana. A la tarde estaba todo más tranquilo.
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Entre los elementos tecnológicos más requeridos hoy se encuentran los “SIM CARD”. Decenas y decenas de metros tenían las colas de quienes urgían por un “chip” que les de la opción de estar conectado 24/7 desde el desierto durante las dos semanas y media que durará el evento. Y es que no es un asunto menor quedar incomunicado en un evento en donde la comunicación lo es absolutamente todo, más todavía por los kilómetros que hay que recorrer día a día.
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Es increíble cómo a pesar de haber una interesante densidad poblacional en el bivouac, sin embargo, no hay aún mucho ruido. Todo parece muy comedido, incluso en el catering en donde este primer día sirvieron una paella con camaroncitos y pescado, acompañado por una especia de Humita, que la gente lo supo disfrutar con un intruso que apareció entre los cubitos de hielo, pero sin aditivo.
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Cuando hablamos del intruso, acá hablamos de alcohol. En la cena sirvieron cerveza sin el elemento etílico, pero nadie ni se fijo en ese detalle con tal de sentir el sabor del requerido brebaje con aires de transgresión, pues el alcohol por estos lares esta absolutamente prohibido.