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En las últimas semanas se ha visto a pilotos, copilotos, jefes de equipos y colaboradores realizar las recorridas para levantar la hoja de ruta y coordinar todo lo que tenga que ver con la logística de la carrera.
Cabe recordar que serán en total 23 pruebas especiales las que deberán transitar los competidores, 2 de ellas en el Autódromo Víctor Rubén Dumot y que corresponderán a las pruebas de clasificación, y 21 de tramos cronometrados distribuidos en 3 etapas, con un total de 589 kilómetros.
Evidentemente, con el paso de las camionetas, la erosión del suelo es inevitable, lo que hace que se formen las “huellas” o “huellones”, que lógicamente deberán ser apuntadas por cada una de las tripulaciones, formándose en consecuencia los conocidos “talcales”, que también tendrán que ser sorteados como parte de un condimento especial con el que contará nuevamente ésta edición. Además de las vicisitudes propias de las etapas, es decir, de las condiciones del suelo, también deberán administrar deportivamente la competencia, en lo que será una de las ediciones más extremas de los últimos tiempos según quienes ya realizaron la recorrida y que luego de cumplir con los protocolos oficiales, tanto de las verificaciones y pruebas de clasificación, tendrán la oportunidad de realizar las últimas pasadas al recorrido.