“Sí, aquí (entre los futbolistas que llamó para los primeros juegos) está la base para los partidos de noviembre. Desde que terminó el cotejo contra Ecuador estamos pensando en los próximos encuentros”, señaló el timonel a medios locales.
Con Baldivieso en la banca, Bolivia cayó 2-0 en Quito, ante Ecuador, igual resultado que el obtenido la semana pasada ante Uruguay en La Paz, que deslizaron a la Verde al fondo de la tabla de posiciones. Bolivia debe enfrentar en La Paz el 12 de noviembre a Venezuela (0 puntos) y una semana después a Paraguay (4), en Asunción.
Luego de los primeros partidos, el timonel cuenta con algunos jugadores que destacaron en los primeros partidos, como el meta Daniel Vaca, los defensas Fernando Marteli y Leonel Morales, los volantes Jorge Flores y Wálter Veizaga y el ariete Yasmani Duk.
A ellos se podrán sumar otros que no fueron tomados en cuenta por diferentes causas, pero que destacan en el torneo local, como Rómel Quiñónez, habitual arquero titular, y el delantero Rodrigo Ramallo, que se recuperan de sendas lesiones.
Además están los legionarios y volantes Martín Smedberg, del sueco IFK Goteborg, y Danny Bejarano, del griego Panetolikos. Smedberg resignó ir a Bolivia, pues nació esos días su hijo primogénito, mientras que Bejarano no tuvo el permiso de su club, con el tiempo necesario para los entrenamientos.
Empero, Baldivieso debe resignarse a no contar frente a Venezuela con su volante Jhasmani Campos, del Kazma SC (Kuwait) , por acumulación de cartones amarillos, aunque sí estará disponible para medirse frente a los guaraníes.
Las participaciones bolivianas en la primera y segunda jornadas se dieron en medio de la peor crisis en la Federación Boliviana de Fútbol, con dirigentes interinos que reemplazaron la gestión del expresidente Carlos Chávez, detenido en julio pasado por la justicia que investiga una supuesta corrupción.
El seleccionado nacional fue alcanzado también por la crisis debido a cambios en la dirección técnica, la designación de un cuerpo técnico apenas un mes antes de las eliminatorias y por sonadas renuncias de jugadores claves, que discreparon con el manejo de Baldivieso.