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La victoria parece dar un poco de aire a Lopetegui, en medio de las especulaciones sobre su continuidad en el banco, pero mantiene las dudas sobre el juego blanco, a la espera de lo que ocurra el domingo en el clásico contra el Barcelona. El equipo blanco dominó el encuentro ante el rival más débil del Grupo G, pero volvió a sufrir en defensa ante cada llegada del equipo checo.
El Real Madrid empezó con fuerza, presionando y, tras un cabezazo del Sergio Ramos al palo a los 5 minutos, Benzema remataba de cabeza un centro de Lucas Vázquez para abrir el marcador sobre los 11'. El francés, al que lopetegui dio la responsabilidad ofensiva junto a Bale, fue el mejor jugador de su equipo creando y asistiendo a sus compañeros, hasta el punto de que acabaría siendo despedido con aplausos por el Bernabéu. Sin embargo, el gol no sirvió para dar tranquilidad al equipo blanco.
El Merengue, ansioso por el segundo, fue hacia adelante, lo que trajo problemas cada vez que el visitante salía al contraataque. En la banda derecha, Lucas Vázquez sufría para parar David Limbersky y Milan Petrzela, que a los 11 minutos llegaba hasta el palo para perder el mano a mano con Keylor Navas. Limbersky también llegaría casi hasta la portería para cruzar demasiado el balón, sobre los 30', en otra ocasión de mucho peligro, dando un susto al Bernabéu, donde empezaron a sonar algunos pitos ante la imagen que empezaba a dar el equipo blanco.
Controlando el partido el Real Madrid llegaba a la portería contraria, pero volvió a ver mostrarse fallón en la definición. Antes de irse al descanso, el portero Ales Hruska en un grave error dio el balón al Francisco Alarcón ’Isco’, que solo ante el portero la picó demasiado cruzada fuera. Un remate de Hrosovsky demasiado alto en boca de gol dio paso al descanso en medio de los pitidos del Bernabéu, ante la imagen defensiva del equipo.
A la vuelta, Lopetegui metió a Valverde, que en su debut oficial con el equipo blanco dio más solidez defensiva. El uruguayo fue el encargado de meter un balón a Bale, en el límite del área, que prolongó para que Marcelo picara el balón por encima del portero checo para hacer el 2-0 a los 56 minutos. El brasileño tendría posteriormente que abandonar el terreno de juego tras lesionarse en el tobillo.
El segundo gol sirvió para dar la tranquilidad que necesitaba el equipo blanco, que empezó a llegar mejor, hasta que otro error defensivo permitió llegar a Hrosovsky hasta el área de Keylor Navas. El checo disparó prácticamente solo ajustado al palo para recortar distancias a los 78 minutos y hacer sufrir los últimos diez al local, que finalmente lograría salvar el resultado.