La teórica superioridad que se le suponía al Villarreal antes de comenzar el partido, con el precedente de 7-0 global en la eliminatoria de hace tres años, tan solo se puso de manifiesto durante el primer cuarto de hora.
A partir de entonces y aún sin conseguir hacer daño, el Astaná supo desenvolverse bien ante un Villarreal falto de recursos y sin capacidad para imponer su autoridad sobre el terreno de juego, hasta que en tan solo dos minutos, cuando peor lo pasaba y en dos acciones aisladas, resolvió el choque.
Al principio, el Villarreal había mostrado sus cualidades y su mayor potencial ante el equipo kazajo, tanto en el juego colectivo como en el individual y aún sin presionar en exceso a su oponente, su superioridad no dejó lugar a dudas.
Fruto de esas diferencias llegó el 1-0 tras un pase de calidad de Costa al que llegó Sansone con claridad ante una defensa y, sobre todo, un portero que dieron facilidades.
Sin embargo, tras el gol el Astaná entró en el partido, con una mayor presencia en el centro del campo, donde consiguió tener el balón, y con aproximaciones cada vez más frecuentes ante la meta de Barbosa.
Sus primeras llegadas fueron tímidas, pero, poco a poco, los ataques del equipo visitante empezaron a ser más continuos y cada vez más peligrosas.
El equipo que entrena Fran Escribá había perdido la solidez del comienzo y sus llegadas a puerta se generaban solo a base de contragolpes más que del dominio y de su jerarquía como equipo.
El partido llegó al descanso con el Villarreal por delante en el marcador, aunque obligado a mejorar para no verse sorprendido por un equipo con menos recursos, pero que los explotaba de la mejor manera posible.
La segunda parte dio comienzo con la misma dinámica, ya que a los locales les faltaba tensión y el Astaná, con muy poco, conseguía acercarse a la meta de Barbosa y se mantenía vivo, ya que el equipo castellonense no encontraba la forma de marcar un segundo tanto que podría darle el triunfo.
Al fútbol del Villarreal se faltaba fluidez, la defensa del Astaná no pasaba por situaciones de peligro y, aunque el rival se mostraba inocente, mantenía sus opciones de empatar y, además, hacía conseguían que el conjunto español no se sintiera cómodo.
Mediado el segundo periodo, se veía más cerca el gol visitante que el 2-0 y en un córner sacado por Twunasi, el central Logvinenko, en un cabezazo impecable, niveló el marcador.
Poco después, cuando peor estaba el Villarreal y más nerviosa su afición, una genialidad de Bakambu prácticamente en su primera intervención, puso el 2-1 en el marcador en un excelente remate tras una jugada individual.
De inmediato Cheryshev, también en su primer jugada, hizo el 3-1 tras una buena penetración de su equipo por la banda derecha, que daba una ventaja en el marcador definitiva, pero que no reflejaba lo visto durante el encuentro, aunque premió la calidad y la capacidad de reacción local cuando el partido se complicó.
3 - Villarreal: Barbosa; Mario Gaspar, Bonera, Semedo, Jaume Costa, Trigueros, Rodri, Castillejo (Leo Suárez, m.87), Fornals (Cheryshev, m.75), Sansone (Bakambu, m.70) y Unal.
1 - Astaná: Eric; Postnikov, Logvinenko, Anicic, Shomko, Beysebekov, Mayevski, Grahovac, Muzhikov (Shitov, m.83), Twumasi (Tagybergen, m.87) y Murtazayev (Tomasov, m,67).
Goles: 1-0, m.16: Sansone. 1-1, m.68: Logvinenko. 2-1, m.74: Bakambu. 3-1, m.76: Cheryshev.
Árbitro: Srdjan Jovanovic (SRB). Amonestó por el Villarreal a Mario Gaspar y por el Astaná a Logvinenko y Anicic.
Incidencias: partido disputado en el estadio de La Cerámica ante 18.000 espectadores.