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Olimpia le puso fin a la falta de triunfos el domingo. Tras dos empates ante Cerro Porteño, en el clásico; y ante el 12 de Octubre en Para Uno; el Decano encontró el pulso para terminar goleando al 3 de Febrero en Ciudad del Este.
Pero el triunfo estuvo lejos de serle fácil al Franjeado, pese a lo abultado del marcador.
Bastaría simplemente mirar los videos de los primeros 15 minutos de la primera etapa para encontrarse con un Olimpia ampliamente superado por el rival. Al cuadro capitalino le faltaban las ideas ante un Rojo avasallador que podría haber anotado por lo menos un gol más si sabía aprovechar las oportunidades.
El cabezazo salvador de Julio Manzur comenzó a escribir una historia totalmente diferente en el juego.
Desde ese momento, empujado más por el amor propio que por el buen fútbol, Olimpia fue creando algunas alternativas recurriendo principalmente a los remates de media distancia de Esteban Ramírez y Gustavo Noguera; además de esperar alguna genialidad del joven Derlis González.
A partir del segundo y más aún del tercero, Olimpia consiguió dominar con amplitud el juego. Un dominio que se debía más a la insistencia que al buen fútbol.
Lo cierto es que el Decano encontró la puntería y contundencia que le hicieron falta en otros partidos, como por ejemplo el empate con el 12 de Octubre.
El triunfo fue extremadamente valioso para el Olimpia, no solo porque significó el reencuentro con la senda de la victoria sino también porque le sirvió para aprovechar los cuatro empates que se registraron el fin de semana, particularmente el de Libertad ante Sol de América, para acortar un poco la diferencia con los primeros lugares.
Sí, el Decano sigue a ocho lejanos puntos de un encumbrado Gumarelo, pero dio visos de una mejoría que hace que sus hinchas recuperen esperanzas en el equipo de Diego Alonso. Un equipo que tiene todavía mucho por mejorar.