Considerado el mejor jugador australiano de todos los tiempos, Cahill, de 38 años, recibió una espectacular ovación y llevó el brazalete de capitán en los minutos que pasó en el terreno de juego.
“Es la primera vez que lloro en un campo de fútbol y estoy orgulloso”, dijo al final del partido. “Cada vez que vestí la camiseta verde y dorada jugué con el corazón”, dijo. El atacante disputó cuatro Mundiales (2006, 2010, 2014, 2018) con los australianos, con quienes debutó en 2004.
Nacido en Sídney de madre samoana, “Timmy” estuvo 14 años en Inglaterra, entre el Milwall y el Everton, marcando más de 100 goles antes de marcharse a Estados Unidos y China. Actualmente, juega en India.