El imperturbable portero alemán, de 27 años, tiene mucho que ver en la excelente campaña del Barça, que apunta a un triplete Liga-Copa-Champions, como en 2009 y 2015.
El año de la consecución de la segunda triple corona, el joven MATS compartía la portería con el experimentado Claudio Bravo: el chileno era titular en Liga, el alemán en la Liga de Campeones. Pero, desde entonces, el antiguo portero del Mönchengladbach es un imprescindible en las dos competiciones: acaba de lograr su cuarta Liga y está cerca de una segunda final europea.
Y frente al Liverpool el miércoles pasado, sus tres paradas decisivas al inicio de la segunda parte son un buen resumen de su forma actual: siempre se puede contar con el tranquilo Ter Stegen cuando las cosas se ponen difícil.
“Su temporada es extraordinaria”, dijo el técnico Ernesto Valverde, recordando que “es un jugador que nos transmite tanta tranquilidad atrás que nos hace asentarnos en el campo sobre todo en los momentos en que el contrario siempre nos aprieta más”.
“Él siempre tiene ese punto de parecer que nunca pasa nada cuando si pasa”, añadió el técnico azulgrana. Suceder en la portería a Víctor Valdés, tan bueno con las manos como con los pies, también era gran desafío.
“Te tienes que adaptar a la manera de jugar del Barça”, explicó el arquero de 1,87 m y 85 kg, insistiendo en que “tienes que estar siempre atento en los partidos. Es clave para estar preparado para cualquier tiro, uno o dos siempre hay”.
El internacional alemán (22 internacionalidades), que compite con el ícono Manuel Neuer en la selección alemana, rivaliza en España con el esloveno Jan Oblak (Atlético Madrid) como mejor portero del campeonato. Pero no le quita el sueño: “prefiero ganar títulos colectivos”, responde modestamente.
¿Podrá llevar a su equipo a la final de Champions? En cualquier caso, el Barça puede contar con él para mantener la cabeza fría en el efervescente ambiente de Anfield.