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La acción futbolística tenía como epicentro en la tarde del sábado a Para Uno. Ahí, en el único partido de la jornada, se encontraban dos equipos que llegaban atravesando difíciles momentos.
Olimpia recibía al Deportivo Capiatá. El Decano llegaba tras la destitución del legendario Éver Hugo Almeida de la dirección técnica debido a la falta de resultados y el arribo del uruguayo Diego Alonso para sustituirlo.
Capiatá, por su parte, había sufrido una goleada el lunes durante la jornada inaugural de la lumínica de su estadio. Tras el encuentro, Mario Jacquet había presentado su renuncia a la dirección técnica. Pero la dirigencia consiguió saldar la situación y convenció al entrenador a que permaneciera en su cargo.
Así las cosas, ambos llegaban al encuentro con la imperiosa necesidad de sumar de a tres para comenzar a rectificar rumbos en el Torneo Apertura.
Fue Olimpia el que arrancó mucho mejor sobre el campo de juego. El Decano arrancó imprimiendo agresividad, verticalidad y velocidad a su juego.
El Franjeado no le daba espacios al Deportivo Capiatá ni para respirar. Sus hombres presionaban bien arriba tratando de cortar enseguida todo intento de salida por parte del equipo auriazul.
No tardó demasiado antes de que comenzaran a llegar las primeras oportunidades claras de gol para el equipo franjeado frente al arco visitante. Diego Centurión sería el protagonista de varias de ellas.
Pero el delantero olimpista anda peleado con gol. En más de una ocasión el grito de gol comenzaba a tomar forma en las gargantas de la parcialidad franjeada, pero el 9 del Decano no conseguía liberar la euforia de un público que estaba expectante.
Hasta que llegó el minuto 14. Un centro llegó al corazón del área capiateña, donde Carlos Rolón saltó y conectó el balón para enviarlo al fondo del arco.
Al parecer, el zaguero franjeado le tomó el gusto a hacer goles en ese mismo arco y ante equipos con la camiseta auriazul, ya había pasado semanas antes contra el Sportivo Luqueño.
Llegaba así el 1-0.
Olimpia no quitaba el pie del acelerador. Era el equipo dinámico que su gente esperaba ver y seguía creándole un sinfín de problemas a la defensa capiateña.
En el minuto 36, un error defensivo dejaría a Derlis González solo para recibir el balón. El hábil delantero terminó definiendo de gran manera con un remate de derecha para poner el 2-0.
Con esa diferencia, el primer tiempo llegaría a su final.
En la complementaria, Mario Jacquet ordenó una serie de cambios con la intención de darle mayor juego y fuerza ofensiva a su equipo. Y le salieron bastante bien.
El Depor volvió a mostrar por momentos el gran nivel que en la temporada pasada le habían servido no solo para lograr la permanencia sino convertirse en protagonista del torneo y lograr una histórica clasificación a un torneo internacional.
Pero, en el fútbol juegan dos equipos y Olimpia tenía bajo los tres palos a un arquero de gran habilidad. Víctor Centurión evitó en más de una oportunidad goles que parecían cantados.
Pero llegó el minuto 63, cuando Capiatá hizo una gran triangulación que terminó con Fabio Escobar recibiendo un pase a las espaldas de los defensores franjeados. Centurión salió desesperado a tratar de cortar, pero tanta mala suerte tuvo que el balón terminó estrellándose contra el cuerpo del jugador rival.
Escobar se cayó y golpeó la pelota con la cabeza para terminar de enviarla a a dormir entre las redes. El marcador ahora indicaba 2-1 a favor de los locales.
Pero Capiatá quería más. Y salió a buscar lo que quería. Pero las grandes actuaciones de Centurión y la falta de tino de sus delanteros no se lo permitieron.
Olimpia terminó aguantando atrás y buscando llegar a un tercer gol a través de la siempre válida herramienta del contragolpe. Pero el marcador ya no se volvió a mover.
Olimpia se reencontró con la victoria. El Decano cumplió con el viejo axioma de “entrenador que debuta gana”, pero lo hizo sufriendo en la segunda mitad y estando a punto de sufrir un empate.
Capiatá volvió a caer. Sin embargo el caudro auriazul demostró un nivel que da esperanzas de poder dejar atrás la falta de resultados en las próximas semanas.