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Rivera comenzó admitiendo al Cardinal Deportivo que su salida fue precipitada y, a continuación, comentó que no se puede mezclar política con fútbol.
Consultado al respecto, el entrevistado contó que en el club “se toman decisiones que no son lo mejor para el equipo. Hubo ciertas imposiciones de la dirigencia y nos sentimos condicionados con determinados jugadores”.
El “Cenizo” profundizó y confesó que le pidieron que saque jugadores y ponga a otros. “Elegí a algunos que no caían bien (a la dirigencia) y me decían que a ellos los saque del club prácticamente. No soy un sicario, jamás voy a matar a un jugador de fútbol”, dijo el charrúa.
Consultado acerca de si renunció por las pintatas en el Feliciano Cáceres, Rivera respondió que no. “A los jugadores les dijeron 'huevos o bala' y al presidente Gustavo Benítez que los iba a llevar a la B, pero no, a nosotros nada”.
“Hoy por hoy tenemos que irnos. Ya volví cuatro veces, ¿por qué no pensar en una quinta vez? Pero por ahora salimos y me quedo con la conciencia tranquila”, cerró diciendo Rivera.