Dicha solicitud se hace después de que el presidente del organismo de instrucción, Cornel Borbély, concluyese su investigación y entregara sus informes y recomendaciones al órgano de decisión de la Comisión de Ética, presidido por Hans-Joachim Eckert.
Ambos reconocieron ante la justicia de Estados Unidos los delitos que se les imputan, en el marco del caso de corrupción en el que está inmersa la FIFA.
El 12 de noviembre de 2015 Bedoya se declaró culpable de una acusación de conspiración de crimen organizado y de fraude electrónico y doble contabilidad y el 23 de dicho mes Jadue admitió los cargos de crimen organizado y conspiración de fraude electrónico.
En su informe final, el instructor recomienda para ambos una suspensión de por vida para tomar parte en cualquier actividad relacionada con el fútbol por violación de las reglas de conducta (artículo 13 del Código Ético de la FIFA, FCE), lealtad (art. 15 FCE), deber de información, cooperación y presentación de informes (art. 18 FCE), conflictos de intereses (art. 19 FCE), soborno y corrupción (art. 21 FCE) y obligación general de colaborar (art. 41 FCE).
La FIFA precisa en su escrito que “hasta que las decisiones formales sean tomadas definitivamente por el Comité de Ética, Bedoya y Jadue son presuntos inocentes”.