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Un electrizante Alejandro Romero Gamarra ilusionó a la Albirroja en el arranque del partido, pero sus ganas no fueron suficientes para juntar a un equipo bastante extenso en sus líneas, que no podía hilar tres pases seguidos.
Ramón Sosa, otro de los rendimientos destacados, tuvo la jugada más clara del primer tiempo en un mano a mano que salvó Guillermo Viscarra en dos tiempos. Sobre el final de la primera mitad (43′), Paraguay sufrió la baja sensible del hombre de Talleres de Córdoba, que no pudo continuar luego de una entrada de Diego Medina que le terminó doblando el tobillo. En su reemplazo ingresó Héctor Villalba.
Miguel Almirón volvió a ser el de siempre en la selección: dubitativo, impreciso y predecible. Aún así, al jugador del Newcastle le anularon un gol a los 31′ por un offside previo de Adam Bareiro, quien también estaba muy ansioso e impreciso, a pesar de su entrega.
El arbitraje del uruguayo Gustavo Tejera dejó mucho que desear, porque no supo controlar una trifulca entre los futbolistas que terminó con un codo de Carlos Roca al rostro del Alberto Espínola.
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Ya en el segundo tiempo, Gabriel Ávalos ingresó y en la primera que tuvo la mandó a guardar, pero el tanto no valió porque el delantero acomodó el balón con el brazo. Otro tanto que pospuso el estallido del Defensores del Chaco.
Alberto Espínola sumó otro lesionado a la Albirroja a los 64′ y condicionó a Daniel Garnero, al solamente le restaba una ventana de cambios. Pero desde el banco vino la respuesta a un partido cerrado, de parte de un delantero de clase europea al que le bastó solamente dos minutos en cancha para convertir.
A los 69′, Matías Espinoza levantó un centro desde la izquierda, Gabriel Ávalos dejó pasar el balón y Antonio Sanabria llegó por el centro para mandar el balón a la red con un toque de rodilla con clase europea. El hombre del Torino salió del freezer en el que se encontraba con Barros Schelotto y demostró su jerarquía deportiva, rebatiendo su infundada conducta antideportiva del partido pasado ante Argentina.
En la jugada posterior a su tanto, Sanabria tuvo un mano a mano que volvió a dejar a Viscarra como figura. Más allá de la falta de definición, Miguel Almirón aportó una gran entrega física para que Paraguay pueda redondear su victoria de forma tranquila, a pesar de la inferioridad numérica, ya que el Tito Villalba sumó el tercer soldado caído al retirarse con molestias.
El resultado sigue dejando muchas dudas sobre el equipo y su forma de jugar, pero sirve como un bálsamo que le permite a la selección cortar una racha de 4 partidos sin ganar y sin marcar por Eliminatorias, además de ubicarse parcialmente séptima, con 4 puntos, a falta de dos partidos para que concluya el segundo combo y con la posibilidad de ingresar a la zona directa de clasificación al final del día.