El equipo vasco, en una fase temprana de su preparación para la próxima temporada, se adelantó en el marcador en el minuto 21, cuando en un saque de esquina peinó de cabeza Markel Susaeta y en el segundo palo empujó a la red, también de cabeza, el francés Aymeric Laporte.
El Dinamo consiguió equilibrar el marcador en el 54, con un fuerte disparo desde fuera del área del brasileño Rivaldinho, que recordó con su golazo a su padre Rivaldo, el célebre exjugador del Barcelona que fue campeón mundial con la Seleçao en 2002.
El equipo rumano intentó en la segunda mitad culminar la remontada para viajar con un mejor resultado a España, pero no lo logró.
El Athletic tendrá ahora la misión de sentenciar el próximo jueves, 3 de agosto, en su estadio de San Mamés.
Si los vascos –séptimos de la pasada Liga española– superan esta ronda, tendrán todavía otra eliminatoria a ida y vuelta, a disputarse en agosto, que deben superar si quieren estar en la fase de grupos de la Europa League.
El partido supuso el debut en partido oficial del nuevo entrenador del Athletic, José Ángel Ziganda, que sustituye en el banquillo a Ernesto Valverde, que se convirtió en el nuevo técnico del Barcelona.
“El empate no es ni justo, ni injusto. Son los goles que se marcaron y lo que se vio en el campo. Nuestro partido en líneas generales ha estado bien”, afirmó tranquilo CucoZiganda.
El Athletic jugó el partido de este jueves en un escenario que le trae recuerdos agridulces, el estadio Nacional de Bucarest, donde disputó su última final continental, la de la Europa League en 2012, pero con derrota 3-0 ante el Atlético de Madrid.