“He hablado con mis compañeros, con el presidente del club (Daniel Angelici) y les he comunicado que no voy a continuar. Me siento vacío, no tengo más nada para darle al club”, dijo el capitán de Boca a la prensa luego del partido disputado la noche del miércoles en San Pablo.
El hábil volante de 34 años señaló que se trata de “una decisión personal, acá más no puedo dar” y añadió que “para lo que necesiten estaré, pero hoy necesito irme a mi casa, con mi familia y mis amigos”, dijo al borde de las lágrimas.
Riquelme, ganador de diez títulos con Boca y también con pasos por los españoles FC Barcelona y Villarreal, se va dejando una huella muy marcada en el club auriazul, en el que jugó en dos etapas, hasta convertirse en una de sus grandes figuras históricas.
“Estamos doloridos por no haber ganado la Copa y también por la decisión que tomó Román. Espero que la pueda revertir, siempre dijo que se quiere retirar con la camiseta de Boca”, dijo a su vez Angelici, tras llegar junto al plantel desde Brasil al aeropuerto internacional de Ezeiza, que sirve a Buenos Aires.
El directivo reveló que el futbolista le había anticipado “ayer (miércoles) al mediodía (en San Pablo), antes de la final, que fuera cual fuera el resultado se iba del club”.
“En los próximos días intentaremos dialogar con él”, anticipó Angelici, quien en los siete meses que lleva al frente de Boca, el popular club argentino perdió la Copa Libertadores y el torneo Clausura argentino.
Ningún jugador del plantel tomó contacto con los periodistas en el aeropuerto de Ezeiza, así como tampoco el entrenador Julio César Falcioni, con quien Riquelme mantenía una relación distante.