“¿Por qué no?”, responde el jugador, de 31 años, a la pregunta de ese medio de si piensa adoptar la nacionalidad alemana, tras deshacerse en elogios sobre su existencia en el país y el alto grado de integración de su familia en Alemania, donde llegó en 2007 tras firmar contrato con el Bayern.
“Me siento muy bien aquí. Me compré una hermosa casa y vivimos de acuerdo a la mentalidad alemana. Me gusta”, explica Ribéry al popular rotativo, que dedica su portada a la cuestión y plantea la posible “ruptura” del astro con Francia.
Una hipotética adopción de la nacionalidad alemana no implicaría la posibilidad de jugar con la actual selección campeona del mundo, ya que de acuerdo a la regulación existente no se puede cambiar de país, una vez se han disputado partidos como internacional con otra camiseta.
Sin embargo, el propio Ribéry da por descartado que pueda volver a jugar con Francia, después de que en el Mundial de Brasil 2014 no lo hiciera por una lesión El jugador explica que se ha distanciado respecto a su país de origen donde, además, siente que se le trata injustamente.