Con diez títulos, el Real Madrid es el rey de Europa, desde el primer día de la competición, ya que ganó las cinco primeras ediciones de la Copa de Europa (de 1956 a 1960) y desde siempre ha mirado al resto desde lo alto del palmarés.
El segundo es el Milan, con 7 títulos, por lo que levantar el trofeo permitiría a los blancos escaparse todavía más y dar a la afición la mayor de las alegrías.
En mayo de 2014, tras 12 años de espera, el Real Madrid ya derrotó al Atlético en la final de la Champions (4-1) y levantó entonces su ’Décima’. Pero casi no hubo tiempo para celebraciones. Como si la sed no estuviera saciada, ni siquiera en aquella noche de festejos, la palabra “Undécima” se convirtió en ’trending topic’ en las redes sociales: el madridismo quería más y más.
“Estamos ya pensando en la Undécima y en la Duodécima porque, aunque está mal que yo lo diga, somos un club de leyenda”, declaró aquella noche tras la final de Lisboa el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.
Aquel décimo título de campeón de Europa se consiguió con Carlo Ancelotti como entrenador. El futuro entrenador del Bayern de Múnich abandonó el club un año más tarde, tras una temporada en la que el Real Madrid cayó en semifinales de la Liga de Campeones ante la Juventus y vio pasar su corona continental a la cabeza del máximo rival, el Barcelona.
Rafael Benítez empezó entonces su etapa como entrenador del Real Madrid y, buen conocedor de la obsesión europea del club, dijo en su llegada que era consciente de que “el Madrid necesita ganar los títulos más importantes y los necesita ya”. Los malos resultados pasaron factura a Benítez, que medio año después abandonó el puesto y fue reemplazado a principios de este 2016 por Zinedine Zidane, entrenador entonces del filial del equipo blanco.
Zidane ha sido todavía más explícito en estos meses como entrenador al hablar de lo que le ilusiona conquistar la ’Undécima’. “Sería un sueño”, respondió tras eliminar al Mánchester City en las semifinales. “Sería algo maravilloso ganar la Undécima, pero ahora debemos disfrutar de esto. El partido del 28 no será fácil”, apuntó sobre la final ante el Atlético, que se había clasificado la víspera dejando fuera al Bayern de Múnich.
Zidane sabe bien lo que significa la Liga de Campeones en el Santiago Bernabéu. Fue el héroe de la ’Novena’ en 2002, con su soberbio gol en Glasgow para derrotar al Bayer Leverkusen (2-1), y estuvo como ayudante de Ancelotti en la conquista de la ’Décima’, en el 4-1 sobre el Atlético hace dos años en Lisboa.
Entre un título y otro pasaron 12 años y la referencia a la ’Décima’ fue muy insistente en la prensa española, hasta el punto de convertirse en una obligación para cada entrenador que pasaba por el club. Pero si hubo un título que se resistió al equipo fue el de la ’Séptima’, que se repitió como un mantra durante generaciones, como un fantasma que sobrevolaba cada temporada.
En 1966 el equipo había logrado el sexto título de campeón de Europa y a partir de ahí empezó su particular travesía del desierto. Llegó en 1981 a la final, pero perdió en ella ante el Liverpool (1-0) en el Parque de los Príncipes de París. Y tardó otros 17 años en volver a la final, cuando se midió a la Juventus en Ámsterdam y un tanto del montenegrino Pedja Mijatovic dio al equipo español la victoria (1-0) y terminó con esa maldición de la ’Séptima’, que duró 32 años. Zidane jugaba entonces en la ’Juve’.
La ’Undécima’ no ha llegado obviamente a ese nivel de urgencia, pero ganarla o no marcará la diferencia entre una temporada inolvidable para el Real Madrid o un fracaso total.