“Es imposible renunciar. No voy a renunciar porque no tengo nada que ver” con el escándalo, afirmó Del Nero en conferencia de prensa en la sede de la CBF en Rio de Janeiro, tras a regresar a Brasil desde Suiza esta madrugada. Del Nero fue vicepresidente en la gestión de Marin, presidente hasta abril y detenido el miércoles en Suiza a petición de las autoridades estadounidenses que lo señalan de haber aceptado sobornos de varios millones de dólares desde los años '90.
Otros seis altos jerarcas de la FIFA fueron presos. Del Nero indicó que la CBF analiza si prestará asesoría legal a Marin, que ya la tiene de la Conmebol. “Es triste (la detención de Marin, ndlr), uno queda muy enojado, perplejo por todo lo que sucedió, pero tenemos que ejercer la función más allá de la amistad”, aseguró Del Nero.
El vicepresidente fue suspendido de su cargo poco después de su arresto y su nombre fue retirado de la sede de la CBF por orden de la FIFA. El responsable reiteró que todos los contratos de la CBF serán revisados y garantizó que esta “crisis administrativa” no afectará al desarrollo de los torneos de fútbol local ni los entrenamientos y participación de la selección brasileña en la Copa América en Chile, que comienza el 11 de junio.
Dijo además estar dispuesto a colaborar en cualquier investigación que se abra sobre el asunto para probar “la inocencia de la CBF”. El ministro brasileño de Justicia, Jose Eduardo Cardozo, anunció el jueves que se investigará con “gran rigor” estas denuncias de corrupción. “A Brasil le interesa que todo se aclare, y que si alguien practicó actos ilícitos, sea castigado con bastante dureza en los términos de la ley”, dijo en Brasilia.
Impulsada por Romario, excampeón mundial y actual senador, este cuerpo legislativo abrió también una comisión de investigación para indagar las actividades de la CBF, así como en los contratos suscritos por el comité organizador del Mundial-2014 en Brasil. Ya la justicia estadounidense anunció, sin mayores detalles, que investigaría el proceso de elección de Brasil como sede de la última Copa.
La presidenta Dilma Rousseff consideró al respecto que “todas las Copas” del Mundo deben ser investigadas.